La Sinfónica de Cuenca aún espera los cambios

Los músicos de la Sinfónica cuencana (Medardo Caisabanda al centro) se preparan en el teatro Pumapungo, que será remodelado en abril próximo. XAVIER CAIVINAGUA/EL COMERCIo

Los músicos de la Sinfónica cuencana (Medardo Caisabanda al centro) se preparan en el teatro Pumapungo, que será remodelado en abril próximo. XAVIER CAIVINAGUA/EL COMERCIo

Dos meses han transcurrido desde que el ministro de Cultura, Francisco Velasco, anunciara cambios para la Orquesta Sinfónica de Cuenca, pero todavía no se concretan.

Entre ellos que el antiguo Colegio Borja, donde actualmente funcionan la Subsecretaría del Ministerio del Ambiente, Conadis y la Unidad Educativa a Distancia del Azuay, sea deso­­cupado para que se convierta en la sede de la Sinfónica.

Eso aún no se concreta porque están coordinando con las instituciones el traspaso de los bienes, dice Jonathan Kuperman, director del Museo Pumapungo, quien es uno de los coordinadores de este cambio. "No hay una fecha límite".

Actualmente, los 48 integrantes ensayan en un espacio reducido y no cuentan con los recursos técnicos para hacerlo. Uno de los músicos que practica en los pasillos es Sergio Toledo, quien toca el contrabajo. Él no conoce con exactitud los cambios, pero espera que se realicen en poco tiempo.

El director de la Sinfónica de Cuenca, Medardo Caisabanda, asegura que se adecuarán 30 aulas en las instalaciones que recibirán y tendrán un sistema de insonorización.

También, se tiene previsto adecuar espacios como una videoteca, una biblioteca, aulas individuales para las prácticas, mejorar el mobiliario y tener áreas para guardar los instrumentos musicales.

El próximo mes se iniciarían los trabajos de remodelación en el auditorio que pertenecía al Banco Central, que es donde ensaya y se presenta la Sinfónica en la actualidad. En enero pasado, el ministro Velasco anunció que este espacio pasó a manos del Ministerio de Cultura y desde entonces se llama Teatro Pumapungo.

Las obras que se ejecutarán son los sistemas de sonido e iluminación e intervención de los camerinos. La inversión será de USD 125 000. Según el director ejecutivo de la Orquesta, Patricio Torres, para financiar estas obras tendrán que vender un terreno de 2 200 metros cuadrados, en USD 1 000 000.

Otro cambio previsto: el cuerpo musical será mayor. Se contratarán 20 músicos con la finalidad de montar obras de todo tipo; para repertorios líricos, clásicos, populares...

Para el contrabajista Cristián Toledo, es prioritario que en estos cambios se incluya una capacitación continua. Lo mismo piensan otros ocho músicos, quienes prefieren guardar su identidad. Ellos señalan que requieren acceder a una preparación exhaustiva con miras al proceso de evaluaciones que les aplican cada año.

Además, sugieren que las evaluaciones sean consecuentes porque permanentemente están interpretando música nacional, pero las evaluaciones se hacen con música académica.

Uno de los cambios que genera preocupación entre los músicos es que sus prácticas se realicen durante ocho horas al día. Miguel Jiménez, exdirector de la Sinfónica cuencana, asegura que un músico debe ensayar el mayor número posible de horas, pero no se deben exceder las cuatro horas seguidas, aunque está de acuerdo con las ocho horas de trabajo.

Otro pedido es que se analice su situación económica. Los músicos de la Sinfónica de Cuenca perciben una remuneración promedio de USD 900 y los de Quito, USD 1 200.

El contexto. En 2013 se consolidó el Circuito Nacional de Orquestas (CNO), que implica el intercambio de directores y músicos. El CNO tiene dos componentes didácticos: La orquesta va a la Escuela y La orquesta va al Barrio. Una nueva lógica también opera desde entonces.

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