La plaza de Sevilla con balcones y grandes ventanales fue representada la noche del martes pasado en el escenario del teatro Casa de la Cultura de Azuay. 100 actores, músicos y cantantes presentaron la ópera ‘El barbero de Sevilla’.
El espectáculo celebró el 38 aniversario de la Orquesta Sinfónica de Cuenca, fundada en 1972 por José Castelví. ‘El barbero de Sevilla’ fue el resultado de un trabajo de tres meses, en el cual participaron el cantante argentino Sebastiano De Filippi y el Coro Mixto de Quito.
USD 60 000 costó montar la obra, que tuvo el apoyo del Ministerio de Cultura y de empresas públicas y privadas azuayas. La idea fue seguir con el acercamiento hacia un público variado. Este un proyecto que se inició en el 2008. Desde entonces, la orquesta organiza conciertos donde se fusiona la música clásica con la cumbia, el merengue, el rock y la música latinoamericana y nacional.
Las bandas Basca, Bajos Sueños, Dharma y Jethsabel han compartido escenario con la Sinfónica en este proyecto. También el grupo Víctor Jara.
En el 2008, el sonido de la batería, del bajo y de la guitarra eléctrica se combinó con el de violines, trombón o piano. El músico de Basca, Xavier Calle, recuerda los tres conciertos en Quito y Cuenca. “Se rompió el esquema de que una Sinfónica solo interpreta música clásica”.
Esta orquesta tiene 65 músicos. Desde hace 34 años, uno de ellos es Zoila Íñiguez; entonces eran 40 músicos. Para ella, fue difícil acoplarse al rock, pero “fue innovador”. La propuesta fue de Patricio Álvarez y Miguel Escudero, director encargado de ese entonces y músico de la orquesta. Medardo Caisabanda dirige la Sinfónica desde hace año y medio. Según él, la orquesta fue creada con grandes sueños y proyectos en teoría, pero llegaba a un público reducido. Por ello presentó un proyecto para que exista un nuevo desarrollo de repertorios y una compenetración con otros públicos.
Patricio Harris, director ejecutivo de la orquesta, recuerda que había conciertos sin asistentes. Luego con el éxito del rock sinfónico se realizaron otros recitales donde se incluyó a la cumbia, al merengue, al pasillo… También salieron a las plazas y parques e hicieron giras por el país.
La Sinfónica también tuvo otro momento importante cuando Miguel Jiménez profesionalizó a los músicos para que la interpretación se perfeccione. Él dirigió la orquesta durante 12 años.