Tras 10 años de pausa, ayer se reabrió el espacio de arte denominado El Siete, ubicado en el Centro Histórico de Cuenca, con la inauguración de la obra Gama de Grises.
Según el artista y curador Patricio Palomeque, quien está al frente de este espacio, la idea es que sea un lugar para el arte local, que se dé a conocer lo que ocurre en la escena artística de la capital azuaya y del país. Para ello, plantea encuentros permanentes de creadores, publicaciones y exposiciones.
El Siete reabrió con las obras de los cuencanos Juana Córdova, Tomás Ochoa y Patricio Palomeque, en pintura, fotografía, video e instalación.
Del tumbado cuelgan las vertebras de papel maché de ballenas. Córdova utilizó este material para dar forma a una serie de huesos. La obra de Ochoa se basa en una serie de fotografías trabajadas con la técnica de pólvora sobre lienzo; el artista da cuenta de la subalternidad que produjo el poder y que buscaba apoderarse de ciertas plantas de América Latina.
Entre ellas la Ayahuasca. La obra de Palomeque está dentro de la colección ‘Horizonte’, que, con videos, pinturas y fotografías, hace una reflexión sobre el dominio político, judicial… Con esta muestra se abre una nueva etapa en la historia de este espacio cultural y también en la propuesta cultural que nace en Cuenca.