La mujer y la naturaleza son dos constantes en la obra de Alberto Santoro. Él lo admite. En los 25 cuadros que conforman su muestra ‘Mandrágora’, el artista esmeraldeño emplea su técnica para garabatear, desde el mangle, sus pasiones.
Sus cuadros son mitología, son híbridos. Como Nefertiti, un óleo con pan de oro y resina, que desde las ramas de un mangle saca la figura de la mujer, con todo y sus adornos egipcios.
“Desde mi sensibilidad he podido ver, en la madre naturaleza, toda la belleza que muchos no ven. A través de mis cuadros, busco despertar ese interés”, dijo Santoro sobre su trabajo.
La exhibición ‘Mandrágora’ se presenta en el Centro Cultural Simón Bolívar, antiguo MAAC, bajo la curaduría de Inés Flores. Los cuadros abarcan la producción del 2009 y el 2010 del pintor.
La exposición en total comprendía 39 cuadros, pero por espacio se tuvo que presentar al público solo 25. “La mujer es el ser sublime de la humanidad, es el principio y el fin”, aseguró Santoro.
‘Mandrágora’, el título de la muestra, viene de la leyenda griega que habla sobra una raíz con forma de mujer, de la que se extrae un zumo que al beberlo ponía a la persona en trance.
En el cuadro Niño dorado, Santoro plasma algo de esta leyenda. Un dragón dorado amamanta a un niño. Igual que Cansada, en la que los pechos de la mujer se representan con pan de oro.
“Es una parte principal (de la mujer). Con ello ha dado vida, ha alimentado a sus hijos”, explica el autor, quien asegura que tiene invitaciones para llevar su exposición a Washington (Estados Unidos) y París (Francia).
Otra obra en la que predomina la mujer como forma, es el cuadro Mi mariposa, hecho en óleo, con pan de oro y resina.
El cuadro representa una mujer acostada, con una mariposa cubriéndole la entrepierna. Otra pintura sobre la temática es Atrapados, en que una mujer abraza a un hombre por la espalda.
La muestra se exhibirá hasta enero del 2011. Santoro ha hecho montajes en Quito e Ibarra.