Seguir la ruta gastronómica del Nobel de Literatura por la obra ‘El viejo y el mar’ traslada a sitios como Pamplona, Navarra, París o Cuba. Pero el capitán de la llamada Generación Perdida, Ernest Hemingway, más que comer, bebía y más que dormir, escribía.
Existen sitios web como traveler.es que hablan sobre los lugares que el novelista y cuentista del siglo XX solía visitar tal como el Café Les Deux Magots en Saint Germain des Prés o el restaurante Brasserie Lipp, ambos de París, donde “Hemingway solía ir a comer su plato preferido, la choucroute”, según dice la publicación. También se menciona al café au lait donde , en este lugar él prefería el ron St. Jamesse que figuraba como sustituto de la cafeína.
El desarrollo de su historia va desde las depresiones, los accidentes de avión, las contusiones cerebrales, las emociones que puede causar un suicidio paternal, terapias de electroshock y la tragedia de un primer desamor. Incluso el biógrafo Jeffrey Meyers dijo que Hemingway abandonaba a sus mujeres antes que ellas a él por este episodio de corazón roto. Todo producto de la odisea que vivió por el amor no correspondido de Agnes von Kurowsky Stanfield.
Quizás estas no basten como razones para que el autor de la novela ‘Por quién doblan las campanas’ se refugiara en cócteles extremos pero es conocida su pasión por los daiquiris y los mojitos.
La Bodeguita del Medio, un restaurante típico cubano, fue el escenario donde el ilustre de los textos minimalistas aplastó en el fondo de un vaso las hojas de menta, mezcló el jugo de limones con ron y azúcar, para después llevarse a la boca el preparado y esquivar los trozos de hielo picado.
Según la publicación de la página montevideo.com.uy, el mojito era el cóctel favorito del músico, periodista y escritor. También recorrieron el lugar personajes como Neruda o Gabriela Mistral y dejaron sus huellas en el rustico restaurante que mantiene en honor de sus visitantes las paredes con fotografías, graffitis y obras de los mismos.
Precisamente, Ernest dejó plasmada la frase, “My mojito in La Bodeguita, My daiquiri in El Floridita” que traducido al español sería “Mi mojito en La Bodeguita, mi daiquiri en El Floridita”, en una de estas paredes.
El Floridita también ubicado en La Habana se tornó reconocido por las regulares visitas de Hemingway, incluso en honor al escritor se recreó una estatua en el extremo de la barra del lugar en el 2003 donde en bronce se ve a Ernest apoyado en el lugar.
El bar restaurante mantiene en sus paredes fotografías y recuerdos del escritor estadounidense e incluso existe una variación del famoso daiquiri que allí servían creado en honor a él. Este cóctel lleva el nombre de ‘Doble Papa’ pues en Cuba se conocía con cariño a Ernest como “Papa”.
Hemingway incorporó una porción de doble de ron y quitó el azúcar a la receta original del daiquiri en El Floridita. Según se rumora en aquel bar él solía beber este preparado en cantidades de hasta 12 vasos siempre apoyado al mostrador de “La Piña de Plata”, como se llamó inicialmente el restaurante abierto el 6 de julio de 1817, según el portal en Internet alo.co
Otros de los visitantes del lugar son Giorgio Armani, Pablo Milanes y Joaquín Sabina.
Receta
Ernest Hemingway era bastante exigente con lo que estaba bebiendo, él definitivamente tenía sus preferencias y el Daiquiri era uno de ellos. En 1921 Contstanino Ribailagua, de El Floridita en La Habana, creó esta variación y aquí se sirven congelados, sólo tiene que añadir 1 taza del hielo en una licuadora.
Tiempo de preparación: 3 minutos
Rendimiento: 1 Cóctel
Ingredientes:
1 1/ 2 onza de ron blanco
1/4 de onza de licor de marrasquino
1/2 onza de jugo de toronja
3/4 de onza de jugo de limón
3/4 de jarabe simple
Preparación :
Vierta los ingredientes en una coctelera llena de hielo. Agitar bien y colar en una copa de cóctel helada. La forma en la que el escritor bebía era sin azúcar pero la mayoría de personas prefieren la dulzura.