En la primera mitad del siglo XIX, un joven músico se refugiaría en el seno de un pequeño círculo de estetas sensibles. Su nombre era Frédéric Chopin, el genio del piano.
Hoy, como parte de la colección Obras Imprescindibles, circula junto con EL COMERCIO la obra de Chopin, en una entrega que incluye un libro sobre el compositor y cinco CD.
A pesar de haber sido expatriado de su amada Polonia, Chopin siempre encontró, en ella, la fuerza para componer mazurcas, polonesas y sonatas.