El viernes pasado, los peritos de la Fiscalía de Chimborazo examinaron una y otra vez las narigueras de oro que pertenecieron a la Cultura Puruhá. Dos, de las cinco que se exhibían en el Museo del Ministerio de Cultura (ex Banco Central), desaparecieron junto con las partes de otros tres objetos patrimoniales.
Durante la reconstrucción de los hechos, que se cumplió en las instalaciones del museo ubicado en el centro de Riobamba, contiguo al Gobierno Provincial, participaron los agentes que se encargaban de la seguridad del edificio,. Asimismo Silvia B., ex administradora, y varios peritos.
El pasado 6 de febrero, se denunció la desaparición de cinco piezas de la sala de oro. Según las primeras versiones logradas por las autoridades, se trató de un robo sistemático que presuntamente se inició en el 2012. Sin embargo, en la última acta de entrega-recepción, efectuada el 31 de enero de este año, corroboraba que los 561 objetos estaban completos.
El documento fue firmado por la administradora y los responsables de la seguridad.
El museo pertenecía al Banco Central del Ecuador y fue transferido en el 2010 al Ministerio de Cultura y Patrimonio. Según versiones de los ex administradores, una vez que se dio el traspaso, la institución bancaria retiró varios equipos eso ocasionó esa inseguridad.
“Varias ocasiones notifiqué que los equipos de seguridad estaban dañados y que no teníamos otros que eran necesarios”, afirma Silvia B., ex administradora del local.
Esta información se encuentra respaldada en el informe de diagnóstico del museo, que se envió a la oficina central del Ministerio de Cultura el 26 de noviembre del 2013.
En ese documento se detalla que no disponen de un sistema de circuito cerrado, que las cámaras de seguridad, los censores de movimiento y antiincendios estaban dañados. Tampoco poseen un equipo de microclima para evitar daños en las piezas.
Mientras se investigan los hechos, la Fiscalía indaga a un fanático religioso que destruyó la imagen del Señor del Pensamiento, de 200 años de antigüedad. Esta escultura se exhibía en la iglesia de La Concepción, en el centro de la ciudad, y estaba protegida por el Sistema de Seguridad S.O.S. Patrimonio, que instaló el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC) en el 2008.
“Entró con una Biblia en la mano y empezó a insultar a la Iglesia, tiró la imagen al piso y nadie pudo hacer nada, pero gracias a Dios le detuvieron. Ahora hay que restaurarla”, cuenta Bernardita Echeverría, abadesa de la Concepción.
Las seguridades fueron instaladas en 34 contenedores de bienes patrimoniales. Incluye cámaras, censor, detectores de humo y una alarma que alerta a la Policía Nacional en caso de una emergencia.
“El kit de seguridad está pensado para evitar robos, también los responsables de los bienes patrimoniales fueron capacitados sobre cómo actuar en caso de una emergencia. Pero sobre este tipo de agresiones hace falta un plan de contingencia”, explicó Edison Mena, técnico del Área de Riesgos del Instituto de Patrimonio.
Desde el 2007 se han reportado pérdidas o problemas con las seguridades de piezas patrimoniales en Chimborazo. En ese año fue robada la custodia de Riobamba, una reliquia que reposaba en las instalaciones del Museo de las Madres Conceptas.