Agosto ya no fue el ‘mes de las artes’, como hasta hace pocos años se promocionaba al veraniego mes; en este 2012, más bien cedió a la politiquería que estrangula a la cultura. Ejemplo claro de ello: los vaivenes y avatares que por una silla de poder se dieron en la Casa de la Cultura Ecuatoriana.
En el proceso electoral participaron tres candidatos: Raúl Pérez Torres, quien buscaba volver al cargo después de ocho años, con un discurso que plegaba a una revolución cultural en consonancia con la ‘revolución ciudadana’; Jaime Galarza, el vicepresidente saliente que buscaba la Presidencia; y Marcelo Valdospinos, representante del núcleo de Imbabura, abiertamente apoyado por Marco Antonio Rodríguez, presidente del 2008 al 2012.
Tras una campaña con acusaciones, revelaciones y amistades terminadas, se llegó a la votación por parte de los representantes de los núcleos. En la audiencia del 2 de agosto, por resolución de la Junta Plenaria, no se contaron los votos de Zamora Chinchipe y de Santo Domingo de los Tsáchilas, esto derivó en un empate entre Pérez y Valdospinos. La decisión motivó las protestas de los allegados a Pérez Torres, una posesión simbólica -con el aval del viceministro de Cultura, Wilson Mayorga-, la presentación de un recurso de amparo y que sea una jueza la que dictamine quién sería el nuevo presidente.
Con reconocimientos de por medio, Raúl Pérez Torres fue finalmente nombrado nuevo Presidente de la CCE y en su acto de posesión, el jueves 30 de agosto, acompañado en la mesa por las ministras de Cultura y de Patrimonio, con un discurso sobre los beneficios del actual Gobierno y una ceremonia chamánica, el escritor tzántzico, autor de ‘Solo cenizas hallarás’ y de la ‘Teoría del desencanto’, asumió la silla.
125 años de cultura en el Teatro Sucre
Este año, la Fundación Teatro Nacional Sucre celebró el aniversario número 125 del Teatro con una agenda apretada, llena de artistas de calidad y de varios lugares del mundo. Además de los festivales conocidos: el Escenario joven, el Ecuador Jazz, el Festival Mujeres en Escena, el Festival Internacional de Música Sacra, el Encuentro de Cantautores, el Jazz in Situ y el Festival Músicas del Mundo, se realizaron presentaciones con artistas extranjeros aclamados internacionalmente, entre ellos Renée Fleming, John Zorn, el trombonista Troy Andrews, la cantante Youn Sun Nah, la violinista Hillary Hahn, Pagagnini, el Beijing Dance Company, la Ópera de Pekín, Jorge Drexler, Renaud García Fons y otros.
La programación se planificó con dos años de anticipación, tomando en cuenta ediciones pasadas, la situación actual del Teatro y una mirada a futuro que piensa en el desarrollo de artistas ecuatorianos. Así lo afirma su Jefe de Producción, Stalin Lucero, quien además destaca tres presentaciones como las principales para celebrar el aniversario este año: el estreno de la obra ‘Compadre Huasayo’, de Gabriela Lena Frank, para la Orquesta de Instrumentos Andinos, realizada en el Centro Cultural Mama Cuchara; un homenaje al reconocido músico ecuatoriano Gerardo Guevara y el montaje de ‘West Side Story’, producido por la Fundación.
En el mercado internacional, según Lucero, “hay cada vez más presencia”. Países de América del Sur reconocen la importancia de la Fundación y se han acercado con propuestas. Además, países como China, España, Estados Unidos y Canadá participaron este año con funciones diversas y espectáculos para todo tipo de público.
Los espectáculos que presenta el Teatro Nacional Sucre se han convertido en un referente tanto para la ciudad como para el país.
La actividad cultural se reactivó en Guayaquil
Un remezón en las artes escénicas fue lo que originó la apertura, el 17 de mayo pasado, del Teatro Sánchez Aguilar de Samborondón, cantón aledaño a Guayaquil. Un total de 98 espectáculos se realizaron en este espacio en el 2012, entre teatro, danza y música. 63 de ellos fueron de compañías nacionales y 35 de agrupaciones internacionales.
Dado que muchos espectáculos fueron puestos en escena más de una vez, en total se realizaron 193 funciones. Las obras teatrales ‘Arte’ y ‘Frankenstein’, ambas del director guayaquileño Jaime Tamariz, encabezan la lista con mayor número de presentaciones: cada una tuvo siete. La pieza teatral ‘Ensayo sobre la soledad’, de Santiago Roldós, y ‘Otra vez Navidad’, también de Tamariz, tuvieron seis; y el musical ‘Cabaret’, con la cantante Pamela Cortés como protagonista, cinco.
En total, según datos proporcionados por el mismo teatro, 43 500 espectadores acudieron este año a ese escenario. “Si en la apertura del año yo hubiese dicho que ese número de personas iba a venir, me hubiesen tildado de optimista. Es una cantidad importante. Estamos satisfechos con nuestro primer año”, dice Ramón Barranco, director artístico del Teatro Sánchez Aguilar.
Este año, el espacio fue una de las sedes de tres festivales que se realizan hace varios años en Guayaquil: Fragmentos de Junio, Un Cerro de Cuentos y el Festival Internacional de Artes Musicales Académicas. Además, creó otros dos: el Festival del Humor y el Festival Internacional de Jazz.
Para Marina Salvarezza, actriz italiana residente en Guayaquil, la apertura del Teatro Sánchez Aguilar animó a muchos actores nacionales a producir. El director teatral Hugo Avilés cree que este espacio puso en competencia a otros teatros guayaquileños que parecían estar dormidos.
Un Mariano que premió trayectoria y propuesta
Diez becas de USD 10 000 y el reconocimiento A la trayectoria artística al cuencano Pablo Cardoso. Eso fue lo que dejaron los premios Mariano Aguilera y Nuevo Mariano en el 2012, luego de haber culminado su proceso de reestructuración (que se inició con el montaje de una muestra retrospectiva en 2010).
En el caso del Nuevo Mariano, en la convocatoria 2012 hubo cinco categorías entre las cuales se dividió el premio: Creación artística, Investigación, Curaduría, Nuevas pedagogías del arte y, por último, Publicaciones. Mientras que Curaduría fue declarada desierta, las otras se distribuyeron de la siguiente manera: siete en Creación artística, una en Nuevas pedagogías, una en Publicaciones y una en Investigación. Las edades de los premiados oscilan entre los24 y 38 años y, en su mayoría, provienen de Quito y Guayaquil.
Como parte de este nuevo proceso en el Mariano, el premio fue juzgado (por los curadores españoles Nekane Aramburu y Javier Duero y la curadora ecuatoriana Manuela Moscoso) a partir de cuatro criterios: 1) Concepto y estética; 2) Producción y gestión desde la eficacia, responsabilidad y sostenibilidad; 3) Ética y compromiso; y 4) Devolución a la sociedad civil. De esta suerte de cuatro puntos cardinales que guiaron la selección de las obras ganadoras, los dos últimos se prestaron al debate. Al respecto, Moscoso comentó en una entrevista realizada en octubre pasado que “la discusión de prácticas sociales ha sido un tema muy importante en los últimos 20 años en el arte contemporáneo”.
Así, en el 2012 el Nuevo Mariano dejó de ser un Salón para convertirse en un Premio y también dejó la interrogante sobre los criterios para evaluar, en un premio de arte, la ética y compromiso de un artista, además de la devolución a la sociedad civil, como una especie de obligación.