Fumador empedernido, trabajador incansable, con una mala alimentación y con muy pocas horas de descanso. En esos términos se pueden definir la vida del fallecido escritor y periodista Stieg Larsson, quien murió a los 50 años cuando al subir siete pisos por las escaleras, tuvo un infarto al corazón pocos minutos después de llegar a su destino. Su muerte bien pudiera ser la de uno de sus personajes policiales.
En una única entrevista que ofreció al periodista sueco Lasse Winkler, Larsson, autor de la trilogía ‘Millennium’, señaló que ya tenía escritas alrededor de 150 páginas del cuarto libro de la colección. Pero la polémica nace cuando el amigo y colega del escritor, Kurdo Baksi, dijo a una agencia de noticias que para que el cuarto volumen se convierta en libro, que al momento consta de 320 páginas, Eva Gabrielsson, pareja del escritor hasta su muerte, debía firmar la publicación. A esto, la viuda responde que quiere que el libro sea impreso como de autoría de su difunto esposo.
Otro asunto que sale a luz tras la muerte de Larsson es la relación que tuvo con su esposa. Al ser investigador de casos de corrupción, el periodista recibía constantemente amenazas de muerte. Esto lo llevó a mantener secretamente su relación con Gabrielsson, a pesar de vivir por más de 30 años con ella. Tras su muerte, la viuda no constaba como su heredera y la millonaria fortuna por la venta de los libros de Larsson fueron a parar a las manos del padre y hermano del escritor.
Esto creo una gran pugna entre las dos partes, cosa que Gabrielsson piensa publicar en su libro ‘Millennium, Stieg y yo’. Al respecto, la casa editorial Actes Sud señala que la publicación “cuenta un poco el conflicto, pero sobre todo el trabajo de Larsson como periodista contra los fascistas. Es un libro que servirá para conocer quién era”. Problemas como estos, además de polémica sobre su relación con guerrillas, son temas que circundan la vida de Larsson.