Son pocas las mujeres que ocupan un papel protagónico en la ficción ecuatoriana. Novelas como Cumandá, Baldomera o La Tigra son algunas de ellas. Mujeres insignia de obras que rompían el arquetipo femenino de la época. Sin embargo, son más los casos en los que los roles femeninos carecen de un desarrollo total como personajes.
En opinión de la escritora Solange Rodríguez, la novela en el país ha sido un género prácticamente masculino. Ha sido escrita por hombres, más que por mujeres.
Esto no significa que no existan personajes femeninos interesantes o que llamen la atención. Quiere decir que estas mujeres han sido construidas a partir de una mirada masculina, y en ciertos casos han sido ‘masculinizadas’.
Hay personajes femeninos en la ficción local que, por su importancia, su personalidad o el interés que generan en los lectores, son merecedores de tener una historia dedicada por completo a ellas. Es decir, son dignas de tener su propia novela.
Para Rodríguez, una de ellas es Margara María, la militante de izquierda de quien se enamora el personaje principal de ‘Entre Marx y una mujer desnuda’. En la obra de Jorge Enrique Adoum, el lector conoce a esta mujer atípica, a través de los sentimientos, pensamientos e historias del hombre. El personaje de Margara María es interesante y despierta curiosidad en el lector, dice Rodríguez. Se trata de una mujer militante de la política, que defiende su pensamiento. esto la convierte en una mujer diferente a las demás de esa generación. Es este factor el que lleva al lector a querer conocer más de ella, a querer saber qué fue de su vida antes y después de cruzar su historia con el personaje central masculino.
Otra mujer de ficción que despierta ese sentimiento en los lectores es Mariana, personaje que aparece en la novela ‘A la Costa’, del autor Luis Alfredo Martínez. Mariana es una joven “de buena familia”, quien, seducida por un chico de clase alta, cae en desgracia. Su destino la lleva a un convento donde es seducida nuevamente, esta vez por un sacerdote. Se trata de un personaje humano, que se conecta con el lector. Es que, según Rodríguez, “mientras más real es el personaje, más queremos saber de él”. En el caso de Mariana, el lector se pregunta por su futuro, por su destino final, sus deseos, sus pensamientos… El poeta Carlos Luis Ortiz dice que algo similar sucede en la novela breve ‘Arcilla Indócil’, del cuencano Arturo Montesinos. En esta obra prima la voz masculina, pero el personaje de Soledad es muy llamativo.
Soledad, una mujer joven, tiene un relación con el protagonista, un artista de edad ‘madura’. “Ella es receptora no solo de ese modelo de relación de hombre culto y mujer inculta”, dice Ortiz. Soledad es también una receptora de los prejuicios de la época, de su tiempo, y a la vez almacena todo ese bagaje del otro personaje. Es esto lo que hace que el lector reclame conocer más de ella.
Son muchas las clásicas novelas locales en las que los autores han dejado de lado a la mujer. En obras como ‘Las cruces sobre el agua‘ y ‘Sueño de lobos‘ están presentes estas mujeres humanas, mujeres luchadoras, mujeres que rompen los esquemas, pero siempre los personajes masculinos son los que se llevan el protagonismo.
En ‘Los Sangurimas’, por ejemplo, el personaje de María Victoria, una mujer que fue raptada, se usa como motor para mover la historia. Una trama y un final que tiene como máximos protagonistas a los personajes masculinos.
Pero ellas llaman la atención por su pasado y su futuro incierto, que se deja de lado en los desenlaces. Estas mujeres seducen con su fortaleza, sus características, su construcción como personajes y hacen al lector fantasear con sus vidas pasadas y futuras.
LETRAS
- Arcilla indócil. Arturo Montesinos. Narra una historia de matrimonio y separación del soltero rico del pueblo.
- Los Sangurimas. José de la Cuadra. Una familia costeña que se ve enfrentada a varios problemas.
- Sueño de lobos. Abdón Ubidia. Cuenta la historia de un hombre confundido que vaga por una ciudad.
- Entre Marx y una mujer desnuda. Jorge Enrique Adoum Habla sobre los conflictos del hombre en la sociedad.
- Las cruces sobre el agua. Joaquín Gallegos Lara. Se basa en el levantamiento obrero del 22 de noviembre de 1922.
- A la Costa. Luis Alfredo Martínez. Critica el regionalismo de finales del siglo XIX a través de Salvador Ramírez.