Our body, el limbo entre la ciencia y el arte

3. Pulmones.         Los  alvéolos  resaltan en  este órgano. El creador aplicó   una  tintura especial para darle la coloración con fines didácticos.

3. Pulmones. Los alvéolos resaltan en este órgano. El creador aplicó una tintura especial para darle la coloración con fines didácticos.

Hablar del purgatorio es en vano. Benedicto XVI abolió ese mítico estado de expiación. Pero es difícil evadir el concepto cuando la muerte entra en un limbo entre la ciencia y el arte.

En esa delgada línea está‘Our Body, el universo dentro’, de Gunther von Hagens. En la dualidad del artista-científico, este alemán aplicó la plastinación para conservar y exhibir cadáveres reales, donados por gobiernos asiáticos.

La técnica consiste en extraer el agua del cuerpo con acetona fría y con un polímero (solución plástica) se endurece cada parte para preservarla, como si tuviese vida.

En 1990 logró‘plastinar’ su primer cuerpo y desde entonces más de 25 millones de personas en el mundo han visto su muestra con asombro, en medio de la controversia. Países como Francia le cerraron las puertas. En el 2009 un juez parisino prohibió la exhibición por considerarla “un atentado al cuerpo y a la decencia”.

Guayaquil es su parada más reciente. Llegó a inicios de mes, por los 25 años de la Universidad San Francisco de Quito. Al atravesar un umbral oscuro, adaptado en el centro comercial City Mall, se tiene el primer contacto con “cuerpos reales”. Así lo advierten los estudiantes de Medicina que acompañan el recorrido de una hora.

Aunque los guías usan mandiles, el montaje de la exposición no simula un laboratorio de biología. Las paredes están forradas de negro y una tenue iluminación dibuja sombras sobre los huesos, sobre los músculos sanguinolentos.

Son 13 cuerpos. Uno simula a un lanzador de béisbol. Y en un rincón, un esqueleto tiene una postura relajada, intelectual, contemplando un cráneo al estilo del Hamlet, de Shakespeare.

Para Joseph Arocha, quien aportó con el montaje local, ‘Our Body’ es 100% ciencia. “Está concebida para enseñar sin límite de edad. Un niño de 6 años sabe que hay un cerebro, un corazón...”.

Y destaca los complejos y precisos cortes. Por ejemplo, hay un brazo seccionado que deja apreciar -con mirada de bisturí- piel, músculos, tendones, hueso…

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El gesto de asombro de Christian Zambrano se reflejó en las urnas de vidrio que guardan 150 órganos. Está en tercer año de Medicina en la U. Católica y solo había visto algo similar en libros.

“No hay polémica -dice Arocha-. Son cuerpos donados a la ciencia y la meta es positiva: cuidar la obra perfecta, el cuerpo” .

El artista cubano Saidel Brito irá por estos días a la muestra con su hija. Para él, Von Hagens juega con el límite artista-científico. “En el mundo del arte la polémica no es el cuerpo o no. Al final cuando se va a un museo de arte egipcio se puede encontrar a la momia… La polémica está en cuáles son los límites, qué es arte y qué no lo es”.

La muestra de Von Hagens trae a memoria la obra del inglés Damien Hirst, que centra su trabajo en la muerte. Animales preservados en formol, a veces diseccionados, y una calavera humana con 8 601 diamantes incrustados conforman su polémica obra.

Brito relaciona más a ‘Our Body’ con la cultura del espectáculo. “Más bien hay que cuestionar el limbo entre comercio y ciencia”.

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