En la medianoche del pasado sábado, 3 de diciembre, falleció en Quito el pintor cuencano Oswaldo Moreno Heredia. Tenía 82 años y la diabetes que padecía se agudizó en los últimos meses. Sus restos, ya cremados, recibieron el homenaje de sus familiares y alumnos en la sala Jorge Icaza, de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, el pasado domingo 4 de diciembre. Entre otros artistas asistieron Miguel Betancourt, Pilar Bustos, Pancho Proaño (escultor), Mauricio Revelo (coreógrafo) y Rosy Revelo.
Las acuarelas, óleos, acrílicos y pinturas son el legado que dejó el artista cuencano, Moreno nació en Cuenca en 1929. Entre 1945 y 1949 realizó estudios de pintura en su ciudad natal. Allí fue compañero de la acuarelista Eudoxia Estrella. Ella lo recuerda como un excelente alumno en la escuela de Bellas Artes de la U. de Cuenca. “Era temperamental, muy alegre y bohemio”.
Betancourt, quien fue uno de sus alumnos a principios de los setenta, en Quito -donde también dio clases además de en la U. de Cuenca-, cuenta que Moreno, descendiente de una reconocida familia de escritores y pintores de Cuenca, pintaba coloridas acuarelas de una gran síntesis. En principio comenzó por el paisaje y luego pasó a una línea más abstracta y personal.
Su sobrina Rosalía Vásquez publicó en su blog ‘Pupilas enterradas’, un recuento sobre su trayectoria. Según la directora del Museo de Arte Moderno de Cuenca, Clara Jaramillo, este viernes 9 de diciembre se realizará un homenaje póstumo en ese museo.