Con la participación de 22 expositores de México, Chile, Venezuela, Argentina, Ecuador, Suiza, España e Italia, el Ministerio de Cultura abre las puertas de sus tres salas de exposición para dar acogida a la Primera Bienal Internacional de Fotografía Artística Contemporánea Ecuador 2011.
Más de 90 fotografías participan con estilos y propuestas nuevas que marcan un giro en el quehacer fotográfico ecuatoriano.
Apartándose del mundo de la fotografía convencional, en la que prima una reproducción fidedigna de la realidad, las imágenes que forman parte de esta Bienal se enmarcan en una manera distinta de hacer fotografía.
Es así que la intencionalidad que atraviesa cada una de las obras es la de crear imágenes en las que la aprehensión que el fotógrafo hace del mundo se fusiona con la lectura que él obtiene del mismo. De esta manera, el artista utiliza una imagen, retratada por él en todos los casos, y comienza a trabajarla por medios tecnológicos hasta lograr un trabajo que exponga visualmente su interioridad e intencionalidad.
El fotógrafo y artista Pedro Herrera Ordóñez, quien participa en la Bienal como artista invitado, señala que detrás de la fotografía artística siempre hay una intención. “La fotografía convencional lo que hace es copiar la realidad. O sea, tú ves el bosque y lo copias tal cual es. En cambio la fotografía artística es la que pone elementos adicionales que pueden tocar la parte sensorial del individuo. Es un diálogo entre el artista y su intencionalidad”, dice el fotógrafo Herrera.
Para Ángel Huera, organizador de la Bienal y director de la corporación Akelarte que promueve dicho evento, lo que se intenta a través de la bienal es exponer el hecho de que la fotografía tiene varias ramificaciones. Al respecto, Huera comenta que “en el Ecuador hay mucho que decir de fotografía. Las personas deben conocer que no solo existe la fotografía de registro”, añade.
En esta primera Bienal, el mexicano Stanley Shoemaker y los ecuatorianos Esteban Endara y Carlos Torres recibieron la primera, segunda y tercera menciones honoríficas respectivamente. Junto a ellos, Herrera y Christian Noecht (seudónimo) fueron los artistas invitados.
Durante el discurso inaugural, realizado el pasado miércoles 27 de julio, Fanny Jara León, quien junto a Jacqueline Chamorro comparte la curaduría de la Bienal, dijo que el evento fotográfico es la oportunidad para que el país se inserte dentro de una cultura mucho más incluyente hacia todas las expresiones artísticas.
En esa noche, la mirada atenta de los visitantes recorría las salas de exhibición y aprendía que la fotografía es un arte que va más allá del simple retrato del instante. Entre los asistentes se encontraba Fernando Ponce, un aficionado a la fotografía que observaba atento a cada una de las imágenes. Para él, el trabajo que hace Herrera de fusionar los retratos de personas junto a animales y plantas merece una lectura especial y detenida. “No solo nos enfrentamos a lo que las personas quieren expresar al momento de ser fotografiadas, sino que tenemos que hacer una lectura de lo que el artista quería expresar al momento de hacer su obra”, comenta el aficionado.
Comentarios como este son una parte de un nuevo diálogo que a partir de la Bienal se entabla entre el fotógrafo, su obra y el público. Si bien en el Ecuador se han venido trabajando obras de lugares y personajes que aportan a un no-olvido de la historia; lo que se extrae de la bienal, y como señala Huera, es un novedoso proceso artístico en el cual la fotografía crea nuevas realidades.
Más sobre la Bienal
Las obras se encuentran en exhibición en el Ministerio de Cultura (Juan León Mera y Colón).
La exhibición permanecerá abierta hasta el 30 de agosto. Entrada libre.
La convocatoria a la Bienal reunió a 405 participantes locales e internacionales. 22 fueron los artistas seleccionados.
La selección de obras tardó más de un año.
La organización de la Bienal estuvo a cargo de la corporación Akelarte.
Huera señala que Akelarte es “una organización cultural por jóvenes inmersos en el arte”.