Una mirada fotográfica al deporte en La Carolina

En el parque La Carolina se muestran imágenes sobre el deporte, como parte de la muestra ‘A cielo abierto’. Foto: María Isabel Valarezo / EL COMERCIO

En el parque La Carolina se muestran imágenes sobre el deporte, como parte de la muestra ‘A cielo abierto’. Foto: María Isabel Valarezo / EL COMERCIO

Tres series fotográficas se muestran en un costado del parque La Carolina. Entre una vegetación que persiste ante los edificios y los comercios, el deporte se mira desde la perspectiva de Armando Salazar, François Laso y Diego Pallero, cuyas imágenes son parte de ‘A cielo abierto’, proyecto que muestra fotografías en distintos sitios de Quito.

Es un diálogo lo que se establece entre las imágenes y el espacio público. En La Carolina, la fotografía muestra el deporte en un instante detenido, mientras el pasto recibe al amateur que estira sus músculos; y la pista, al ciclista de fin de semana. Se trata de la imagen estática ante un mundo en movimiento, frente al paso del tiempo, a la intemperie y a la voluntad e intervención del viandante (hay quienes han rasgado las fotos o perennizado un nombre en tinta) .

Cierto, se comprende al arte como una manifestación extracotidiana, pero en ‘A cielo abierto’, la fotografía ingresa en el flujo diario, abre un momento de detenimiento en la rutina de la urbe y de sus habitantes.

Las fotos en blanco y negro de Laso (‘Box’) y de Salazar (‘Contra el tiempo’) construyen un juego con el gusanito multicolor y motorizado que circunda el parque. Las de Diego Pallero (‘Voluntad sin freno’) acompañan al atleta, que en un tramo de la pista se deja sorprender por la composición de las imágenes que invitan a pensar el deporte desde otro ángulo.

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Laso se acerca al boxeador y entre el camerino y el cuadrilátero muestra al hombre tras los guantes. Salazar va a la Concentración Deportiva de Pichincha y es testigo del brío, la transpiración y las lágrimas necesarias para ser alguien en ese mundo. Pallero acompaña a los deportistas con capacidades especiales y traza no solo el trayecto de una competencia sino de un proyecto de vida.

Claro, cada serie, cada fotografía conlleva una historia. El esfuerzo y el instante de gloria, la camaradería y la competencia, la pista y el coliseo, pero sobre todo un alto grado de emotividad, se extienden desde el plano picado y la cromática, el retrato o la panorámica. Además, estas imágenes confirman que la fotografía plantea maneras de relacionarse con el entorno y con el otro, maneras de percibir el mundo y sus historias, a través del lente de una cámara.

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