La maestra Alicia Alonso cumplió 90

La leyenda de la danza cubana Alicia Alonso cumplió ayer 90 años llena de energía, pasión por la vida y al frente de la nueva generación de bailarines, aunque está casi ciega y camina con dificultad.

Una gala en el Gran Teatro de La Habana, joya arquitectónica enclavada en pleno centro de la capital cubana, cerró un año de homenajes que recibió no solo en Cuba sino también en países como Estados Unidos, Francia, España, Canadá y Gran Bretaña.

“Noventa años pero yo le quito el cero porque los ceros no valen nada”, dijo jocosa hace poco en uno de los tantos tributos esta mujer, ejemplo de rigor y tenacidad, que dice tener más fuerza cuanta más vida.

Fundadora del Ballet Nacional de Cuba (BNC) y embajadora de Buena Voluntad de la Unesco, a su edad, Alicia es venerada en Cuba como símbolo de entrega total al arte y a su país. Hace tres semanas, el presidente Raúl Castro la condecoró como “una de las personalidades más relevantes de la historia de la danza y figura cimera del ballet clásico en el ámbito iberoamericano”.

En el American Ballet Theatre, de EE.UU., que le había rendido honores en junio en Nueva York y para lo cual viajó la bailarina, se consolidó el ascenso de Alonso a la categoría de estrella mundial.

Nacida el 21 de diciembre de 1920, Alicia Martínez del Hoyo (tomo el apellido artístico de su primer esposo) es considerada una de las bailarinas más importantes del mundo y ostenta el estatus de ‘prima ballerina assoluta’. Debutó en el rol principal de ‘Giselle’ en el Metropolitan Opera House de Nueva York, en 1943.

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