A pesar de que la Comisión de Cultura de la Asamblea Nacional presentó dos informes, uno de mayoría y otro de minoría, sobre la Ley de Cultura, estos aún no tienen fecha para ser debatidos en el Pleno. Sin embargo, ya han generado reacciones entre varios actores culturales.
Tal es el caso de los cineastas. Ellos, la mañana del pasado martes, realizaron un plantón en las afueras de la Asamblea rechazando el documento aprobado por la mayoría.
Este informe, entre otras cosas, señala la autodeterminación de los grupos y etnias y mantiene la autonomía, que hasta el momento conserva, la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE).
Ante esto, el cineasta Camilo Luzuriaga no está de acuerdo; para él, la institucionalización de la cultura es una de las partes más cuestionadas del proyecto.
También la falta de rendición de cuentas de la CCE. “En el informe de mayoría es clarísimo que influyó la Casa de la Cultura, porque la deja intocada”.
Los actores y productores de cine se situaron en la puerta de la Asamblea, llevaron pancartas y pitos para ser escuchados.
Diego Coral, estudiante de cine, pedía a los carros que pasaban que pitaran en respaldo a la protesta. Él aseguró que no salió a las calles por una cuestión política, sino más bien para defender al cine y a sus logros.Quien tampoco está de acuerdo con el proyecto de mayoría es Marcelo Luje, presidente de Asoescena. A pesar de que él se reunió en más de una ocasión con la Comisión de Cultura, dice que sus opiniones no se recogieron en la propuesta presentada por la mayoría.
Luje cree que la reestructuración de las entidades culturales sería el inicio de un cambio en el manejo que se le ha dado hasta el momento.
Aunque para él, hablar de una ley ya es un gran avance. “Este ha sido uno de los aspectos que siempre ha estado de lado y que por fin se le concede el espacio y la importancia necesaria”.
Sin embargo, un aspecto que no se aborda de forma clara en ninguno de los dos informes -y que Luje cree que es fundamental- es la regulación laboral y la afiliación al Instituto de Seguridad Social (IESS).
El presidente de Asoescena explica que en un primer momento se hablaba de que cada gestor cultural podía afiliarse libremente al IESS, pero esto no traía los mismos beneficios sociales para quien lo hiciera. A pesar de esta preocupación, este punto no está determinado en la Ley.
Adrián de la Torre, de la Coordinadora Cultural País, pide extender el debate. Sus razones: la falta de ampliación en las observaciones enviadas por algunos grupos culturales y la falta de claridad en el planteamiento de la cultura como un derecho.
Para el presidente de la CCE, Marco Antonio Rodríguez, el Sistema Nacional de Cultura debiera coordinar los espacios culturales. Dijo que aspiraría a trabajar con esa nueva entidad y defendió la autonomía de la CCE.