El 17 de este mes, el pasillo inició el proceso para ser declarado patrimonio cultural del Ecuador. Lo hizo luego de que la ministra coordinadora de Patrimonio, María Fernanda Espinosa, expusiera varios puntos para que este género musical sea objeto de dicha declaratoria.
Esta noticia y el argumento de que el pasillo es la “música que identifica a los ecuatorianos” fueron discutidos en el marco del III Encuentro Internacional de Musicología, que se realiza en Loja hasta el viernes 26.
Aunque el tema no formó parte de la agenda oficial del encuentro, éste se trató entre los participantes de la cita luego de una declaración del investigador y antropólogo Juan Carlos Franco.
Casi al final de su intervención, la tarde del martes en el Centro Municipal de Convenciones San Juan de Dios, Franco dijo que existe la urgencia de declarar como patrimonio a “otras músicas ancestrales con miles de años de historia y que se están perdiendo”. Entre estas, a su criterio, se encuentran el canto jahuay cañari, el yaraví y los sonidos de la comunidad shuar ecuatoriana…
“Yo no estoy de acuerdo pero se está planteando la posibilidad de considerar como patrimonial al pasillo” dijo el experto en su ponencia ‘Músicas Patrimoniales de la Amazonía Ecuatoriana’, en la que expuso su trabajo con los shuar. La postura de Franco tuvo partidarios y detractores.
Entre los segundos se encuentra Alberto Jaramillo, profesor de composición musical y participante del encuentro. Para él, que en su haber tiene cinco pasillos inéditos que se publicarán en su libro ‘El pasillo, una historia de amor’, “este género como ningún otro logra transmitir esos sentimientos propios del alma compositiva ecuatoriana”. Además, explica que fue gracias al pasillo que el Ecuador logró formar parte de los círculos musicales de la región en gran parte del siglo XX.
Otra postura sobre el tema es la que defiende María de los Ángeles Córdova de la Paz, musicóloga cubana. A su criterio, no es momento de pensar en declarar como patrimonial a uno u otro género, sino de evaluar cuál es la situación en la que se encuentran los grupos humanos que hacen interpretaciones sonoras.
“Me preocupa esa antropología que se interesa más por el patrimonio y no por lo que se está muriendo”, dijo luego de la intervención de Franco.
Quien pone su atención con énfasis en el momento en el que se encuentra el pasillo y sobre las propuestas de declaratorias patrimoniales de este género es la investigadora colombiana Martha Enna Rodríguez. Durante el encuentro, ella expuso ‘Música nacional: el pasillo colombiano’, tema a partir del cual explica que esta música se encuentra en un estado que permite pensarla a un nivel patrimonial.
“El patrimonio se refiere a una herencia; legado que en la actualidad ha sido bastante estudiado y que se puede mostrar, con una rica base teórica, como un verdadero bien patrimonial”, subraya la experta del vecino país.
Para Antonio Vintimilla, estudiante universitario de música y ex alumno del Conservatorio Nacional de Música de Quito, el pasillo está en plenitud de derechos para formar parte de los bienes declarados como patrimoniales por el Estado. Es más, enfatiza que “la poca producción actual de este género y los cada vez más reducidos espacios para su difusión son los principales males que buscan enterrar a la música nacional y propiciar su olvido”.