Finalmente, según él mismo ha dicho, Javier Vásconez escribió la novela que siempre quiso escribir, y que mañana, miércoles 17, será presentada al público bajo el título ‘La piel del miedo’.
La historia comienza con los disparos que en medio de la noche da un padre enloquecido por el odio. El narrador sufre entonces su primer ataque de epilepsia, a los 10 años. A partir de ese momento, en palabras del crítico español Ignacio Echavarría: “Lo que sigue es un relato de formación, en el que no dejan de cumplirse los tránsitos de la infancia a la adolescencia, de la adolescencia a la juventud, y de la juventud al despuntar de la madurez, con las sucesivas revelaciones de la soledad, de la amistad, del sexo, del amor”.
Vásconez presentó, con la editorial Viento Sur, la novela primero en España, en septiembre. Es por eso que los críticos españoles Echavarría y Eduardo Becerra ya emitieron comentarios.
“Es en la escritura precisamente donde se acumulan las virtudes de Vásconez: espesor, morosidad, ecos y reverberaciones que impregnan al que lee, con ella logra el nada fácil objetivo que el título insinúa: hacer del miedo una presencia física (…)”, dijo Becerra, en Casa de América, Madrid. Este Diario lo entrevistó cuando Vásconez estuvo en la capital española.
¿Por qué habla de la epilepsia en su novela?
Si bien Jorge Villamar, el protagonista, padece de epilepsia no considero que este sea el tema principal de la novela. Se equivocan los que creen que se van a encontrar con una novela sentimental acerca de un niño enfermo. En ella se habla de mi relación con el lenguaje, con el miedo a la política, a la violencia familiar, al amor, a la traición, a la muerte. Hay además vínculos muy fuertes con mis novelas anteriores, como ‘El viajero de Praga’, ‘La sombra del apostador’ o ‘Jardín Capelo’. Vuelven a aparecer algunos personajes de esas novelas. Sin embargo, es indudable que la epilepsia ha sido determinante en mi vida de escritor. Mi experiencia con ella ha sido tan determinante como participar en una guerra o tan intensa como una historia de amor. Me cambió la vida y me dio una visión diferente de las cosas. Pero este no es un libro de memorias, sino una novela.
¿Hay un Jorge Villamar en la vida real?
Todos los personajes proceden de la vida real. Desde el periodista torturado frente al cuadro de la Dolorosa hasta Raúl Ochoa, el tatuador, pero de una forma diferente a como aparecen en la novela. La relación con su madre es totalmente ficticia. A partir de un acto de violencia familiar, Jorge sufre una crisis de epilepsia y ahí se le fragmenta el mundo.
Y recorre toda su vida’
La novela está escrita en primera persona. El narrador es Jorge Villamar, cuando ya es un hombre maduro, experimentado y ve todo tamizado por la memoria: sus experiencias de adolescente, su relación con el amor, sus primeras correrías nocturnas por la ciudad, la amistad. Es una novela -como dice Echavarría “de aprendizaje”, que va de la infancia a la madurez.
¿El miedo es como una metáfora de la actualidad?
Debido a tanta inseguridad social y a tanta violencia, el miedo asoma por todos lados. Vivimos ‘atacados’ por el miedo. Pero el miedo es también parte de la condición humana, y es uno de los grandes temas de la literatura. Desde Shakespeare hasta Kafka, pasando por la novela negra. En mi novela, las crisis epilépticas lanzan la mente de Jorge hacia una zona de miedo, hacia otras dimensiones. Y se queda sin palabras, sin poder nombrar el mundo. El miedo es uno de los protagonistas.
Pesa mucho en la relación de Jorge con el padre’
Sí. Tiene una relación compleja con el padre. Está obsesionado por él. Rogelio Villamar es un periodista perseguido políticamente, y eso lo convierte en un hombre violento. Abandona el hogar, lo que entonces hace Jorge es volverse un inventor de la vida del padre ausente.
Es una novela esperada; la quiso escribir hace mucho.
Quise escribir ‘La piel del miedo’ antes que ‘El viajero de Praga’ y mis otras novelas, pero no encontraba el tono. Me tomó años encontrar el tono de aparente naturalidad con que está escrita. En ese sentido, es mi novela más ambicionada y esperada.
¿Por qué quiso presentarla en Madrid?
De la novela se han hecho dos ediciones. En España está publicada por la editorial Viento Sur, que decidió presentarla en Madrid en septiembre. Y en Colombia, Ecuador y otros países de América, la edita Planeta de Colombia, y la presento en Quito el 17 de noviembre, en la Flacso.
¿Aparte del proceso creativo que puede llenar al escritor también le interesa vender novelas?
Para mí el oficio de escribir es secreto e íntimo. Pero cuando un libro está impreso y se convierte en un producto comercial, como lo es cualquier otro, obviamente debe ser promovido y vendido profesionalmente.