Las partituras de Frederick Delius, Steven Verhelst, Richard Wagner, Edward Lassen, Edward Grieg y Eric Ewazen resonaron la noche de ayer en la Casa de la Música, como parte del concierto de cierre de la primera temporada 2011 de la Filarmónica del Ecuador.
En la cita musical, junto a la Filarmónica participó el trombonista español Javier Colomer, quien desde el día lunes 18 hasta el miércoles 20 impartió clases maestras de trombón a más de 40 personas, con edades que iban desde los 8 hasta los 45 años, con la finalidad de preparar, como parte del concierto, un ensamble de trombones que interpretó las piezas ‘Landerkennung’, de Grieg, y ‘Posaunenstadt’, de Ewazen.
Respecto de la variedad de estilos y compositores que formaban parte del programa, el maestro Colomer señala que en esa variedad “el público sale de la monotonía y eso agrada tanto a ellos como a los músicos”.
Para él, la diversidad de estilos que hay en la música clásica, que va desde el barroco hasta las piezas contemporáneas, permite crear programas de gran colorido y que seducen por su forma.
La historia de Colomer junto al trombón se inició a los 12 años. “Fue un poco el azar. Cuando yo llegué a la escuela de música, el profesor me dijo: no hay saxofones, instrumento que yo quería tocar. Tuve que elegir el trombón y desde entonces he ido perfeccionando este instrumento”.
Diariamente, Colomer dedica alrededor de nueve horas al estudio y práctica con el instrumento. Su dedicación le ha permitido ingresar a la filas de organizaciones musicales como la ITA (International Trombone Association), de la cual fue parte del cuadro de consejeros en 2006 y 2008; además, ha trabajado como jefe de estudios y profesor de trombón bajo, trombón contrabajo y trombón tenor en la Escuela Comarcal de Música del Comtat desde el año 1998.
Tras su presentación en Ecuador, la Sinfónica Juvenil tiene el proyecto de abrir una escuela de trombonistas.