El reciente documental de Iván Mora, ‘La bisabuela tiene Alzheimer’, habla sobre la memoria. Esta nueva producción, de 52 minutos, realizada por Doctv Latinoamérica, en coproducción con República Invisible, Ecuador TV y el Consejo Nacional de Cine se presenta luego del estreno de su primer largometraje de ficción ‘Sin Otoño, sin Primavera’, todavía en las carteleras de los cines ecuatorianos.
Se trata de historias que se entrelazan para reflexionar sobre la familia, sobre la vida de los abuelos y de los hijos.
Uno de los personajes que forma parte de este documental es Olivia Mora, hija de Iván, quien en la pantalla da sus primeros pasos, aprende a usar una tijera o manifiesta sus primeros deseos. Otro es la abuela, mujer apacible que pierde la memoria lentamente.
El espacio también es memoria, atrae recuerdos y evoca pensamientos. Las ideas de Iván sobre el tema aparecen y motivan las imágenes que se suceden sobre la pantalla. Olivia crece, Juan Carlos (un familiar del documentalista) canta, pero “Carmen Vela (otra pariente) nunca muere”, como dice una voz, curiosamente, durante su velación.
Se trata de hablar de la memoria. Como en su reciente película de ficción, los elementos expresivos del lenguaje cinematográfico -primeros planos, movimientos de cámara, el montaje en sí- le sirven para sugerir pensamientos, para inspirar sensaciones.
No solo la historia que narra y el encanto de quienes la protagonizan despiertan la curiosidad. También existe algún plano subjetivo que representa el sueño, algún ‘elapsing time’ de las nubes detrás de una ventana, el enfoque y desenfoque sobre una pared de piedra o sobre un retrato, le sirven para hablar de sus concepciones.
Al final de la cinta, queda una conclusión: el Alzheimer es solo un pretexto. En todas partes, a través de todos, pasa el tiempo dejando su huella. Unos crecen, otros mueren y la historia sigue su curso, parece decir Iván. Desde un edificio alto se ve a Guayaquil y su hilera interminable de autos.