El primer ministro italiano, Mario Monti, y varios de sus ministros presentaron ayer un plan de rehabilitación para los restos de la ciudad de Pompeya, amenazados de ruina.
Los restos de la población que quedó cubierta con las cenizas del Vesubio en el 79 d.C. saltaron a los titulares en varias ocasiones durante los últimos años, ante la mala gestión del patrimonio y el derrumbe de parte de los edificios. A finales de marzo, la Unión Europea (UE) destinó fondos para el Gran proyecto Pompeya.
Ahora, el Ministerio de Cultura de Italia anunció la inversión de 105 millones de euros para salvar a Pompeya de una segunda destrucción. Las arcas europeas contribuirán con 41,8 millones y las italianas con 63,2.
Monti prometió“seguridad y legalidad al cien por cien” en los trabajos de rehabilitación, que durarán unos cuatro años.
Entre otras cosas, se intentará evitar que alguno de los contratos vaya a parar a la camorra napolitana. El plan de rehabilitación del complejo arqueológico de 66 hectáreas prevé la consolidación de los restos amenazados. También se mejorará la atención al visitante y la vigilancia.