Segundo Moreno Yánez, doctor en Antropología por la Universidad de Bonn, Alemania, explica que sí tenía conocimiento de las ruinas. “Hace dos años -dice- conversé con Marco Cruz, a quien doy el crédito por haberlas encontrado”. Moreno, quien ha sido profesor por más de 30 años en la Universidad Católica de Quito, explica que intercambió conceptos de mucha utilidad para preservar las ruinas y entregó a Cruz un ensayo , ‘El Chimborazo, Ecuador: un ancestro sagrado andino’, publicado en 2009, en Perú, en el libro ‘La arqueología y la etnohistoria, un encuentro andino’.
“No solo hay que proteger estas ruinas; hace algunos años, monseñor Haro estudió, a nivel de prospección, los llamados Cuarteles del Inca, que también es una zona, más abajo del nevado, enormemente interesante. Debe ser un sitio arqueológico muy parecido al encontrado por Cruz”.
Moreno reconoce la perseverancia de Cruz para estudiar y cuidar lo que halló. Y, además, piensa que las ruinas acaso fueron un santuario.
A su vez, la arquitecta Ximena Ron, directora técnica de Planificación del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural -INPC-, pide que Cruz se acerque para elaborar un proyecto.
“Lo puede hacer un arqueólogo de prestigio y los recursos podemos conseguir si nos unimos varios entes, como el Consejo Provincial de Chimborazo y el Municipio de Riobamba”.
Moreno Yánez dice que en el Chimborazo la gente no encontrará oro ni tesoros, quizás cerámica y restos de huesos.