Entrevista del día. Francisco Dalmau. Gerente general de Libri Mundi
¿Cuál es la propuesta de los clubes del libro?
Libri Mundi está desarrollando una iniciativa para incentivar el hábito de la lectura. Más allá del hecho de leer, se busca analizar, ir un poquito más allá del libro y, más que nada, compartir con otra gente. Lo que hemos preparado es un club abierto del libro: elegir un libro mensualmente, proponer temas de conversación o cuestionamientos, compartir la experiencia de la lectura. Si bien hemos identificado alrededor de 30 grupos; hemos reparado también en gente ávida de integrarlos, sin saber cómo.
¿Cómo se define la dinámica de este club del libro?
Libri Mundi selecciona un libro, se lo promociona junto a la revista Familia, se crea un ‘blog’ para tratar temas del libro, un foro de discusión durante el mes; para que el último jueves de cada mes, a las 19:00, se lleve a cabo el conversatorio en todos los locales de la cadena Libri Mundi (Quito, Guayaquil y Cuenca). Las charlas serán moderadas por nuestros libreros y se contará con la presencia de un especialista: profesores o escritores. El primer conversatorio será este jueves 30 y se iniciará con 2 o con 200 asistentes.
¿Con qué libro se iniciará el ciclo y por qué?
Hemos seleccionado un libro de interés general: ‘El cuaderno de Maya’, de Isabel Allende. Algo fácil de leer, divertido y que lo lee alguien de 16 años, como un joven de 28, o una señora de 60 y lo disfrutan. La idea es que sea una iniciación a la lectura, que la gente participe o se entere del libro.
No se trata de una práctica académica…
No. Es algo muy distendido. Se habla de temas que suelta la lectura y la experiencia de leer. Está abierto a todo el mundo. No se trata de un análisis literario o de una cátedra de literatura; el enfoque está en la audiencia, no en el librero ni en el moderador de las citas. Además este no actúa como un director, sino como un motivador. La idea es: primero, fomentar la actividad; segundo, poner a disposición el libro; tercero, brindar el espacio para que la gente se pueda reunir y opinar.
Las características del espacio también cuentan…
Hemos buscado desarrollar espacios amigables, cómodos, cálidos. Buscamos que la librería se convierta en ese tercer lugar, que no es la casa ni la oficina.
¿Hay ejes temáticos o libros de género específico?
Se trata de variedad, de géneros, de estilos, de profundidades literarias. Los seleccionamos con un comité de libreros, preguntado a otros clubes, cuestionando sobre títulos que levante conversaciones interesantes. Eso va amarrado con el hecho de tener los libros en ‘stock’, pues el día del conversatorio, también hacemos el anuncio del título del libro del próximo mes, el cual estará de descuento y del cual se sortearán ejemplares, o tarjetas de regalo. Existen libros de toda característica; entonces el club del libro se torna en una iniciativa puntual, enfocada más que a la literatura, al acto de leer.
¿Cómo se puede seguir el proceso iniciado en los clubes del libro?
Se darán actividades complementarias, como talleres de verano, de creatividad literaria o de pequeños y jóvenes lectores. Este club no reparte libros. Lo que buscamos, con este sistema que es algo recurrente, pero no forzado, es incentivar para que la lectura no se quede en una experiencia personal, sino que esa vivencia se comparta. Ya si en un año llegamos a leer 12 libros, eso sería una excelente labor , pues en el país el promedio general de lectura es de un libro al año.
¿Es un buen momento para el libro?
Creo que estamos viviendo una subida. Tanto por el ‘boom’ de los autores infantiles ecuatorianos, como por la presencia de sagas que más o menos marcan un camino en el desarrollo de los lectores: ‘Harry Potter’, ‘Crepúsculo’ y ‘Millenium’, por ejemplo.
¿POR QUÉ ESTÁ AQUÍ?
Su experiencia. Francisco Dalmau es gerente general de la cadena de librerías ecuatorianas Libri Mundi
Su punto de vista. El club del libro se torna en una iniciativa puntual, enfocada más que a la literatura, al acto de leer.