El crítico español Ignacio Echevarría consideró que “aún hay mucho colonialismo en la industria del libro en español y todavía existe una falta de circulación interna en Latinoamérica”, en el marco de la XXVI Feria Internacional del Libro de la ciudad mexicana de Guadalajara.
“Hay libros que es más fácil que te lleguen desde España que desde el país vecino”, aseguró a dpa el profesional nacido en Barcelona en 1960 y quien es un gran conocedor y difusor de la obra de Roberto Bolaño, de quien fue amigo personal y a cuya instancia llevó a cabo la titánica tarea de editar la poesía completa de Nicanor Parra, el legendario poeta chileno que ganó el Premio Cervantes en 2011.
“Hace ya una década, de todos modos, que la correlación de fuerzas en la literatura ha empezado a cambiar y es en Latinoamérica donde se cuecen las letras de interés”, afirmó el crítico, quien es uno de los invitados de la feria, que abrió sus puertas el pasado 24 de noviembre y se prolongará hasta el 2 de diciembre.
En su opinión, las famosas listas de autores jóvenes confeccionadas en España y que intentan definir a quiénes “hay que leer” en el continente son fruto “del agotamiento de lo que podría denominarse la burbuja de la literatura española”.
“Al asentarse los grandes grupos internacionales necesitaron productos y la verdad es que la literatura española no da para tanto. Es así como las editoriales grandes, incluso las pequeñas, comenzaron a buscar autores en Latinoamérica”, manifestó.
Echevarría, quien vino a Guadalajara en su carácter de comisario de la muestra “Obras públicas: Artefactos de Nicanor Parra”, que se inauguró el pasado 23 de noviembre en el Instituto Cabañas, un edificio declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad, asegura que “los autores latinoamericanos son, además, más baratos para las grandes editoriales españolas”.
“Hace tiempo me di cuenta, desde el punto de vista profesional, que debía abrir el horizonte de mi trabajo, entre otras cosas porque la literatura española estaba cayendo en un circuito cerrado. Cambié el punto de mira y comencé a analizar la literatura latinoamericana. Sólo me adelanté un poco a la tendencia del mercado y a los lectores”, dice relativizando el papel que juega el que es considerado el crítico español más cercano y conocedor de las letras de Latinoamérica.
“La tendencia actual establece que cada vez son más los críticos y editores españoles que se interesan por Hispanoamérica. Un caso paradigmático es (la editorial) Anagrama, cuyo catálogo a mediados de los 90 comenzó a transformarse y a tener muchos más autores latinoamericanos que españoles, en parte también debido al efecto Bolaño, un autor emblemático que llegó en el momento justo para cambiar la correlación de fuerzas”, afirmó.
A propósito de autores españoles famosos en Latinoamérica como Enrique Vila-Matas, el crítico consideró que sin animarse a decir que es un autor sobrevalorado, cree que “respiraba mejor desde la marginalidad, desde la periferia del centro del canon”, al tiempo que se mostró convencido de que su compatriota Javier Marías “algunas veces, no siempre, escribe la misma novela”, por ejemplo la reciente ‘Los enamoramientos’, donde aseguró “se copia a sí mismo”.
En cuanto a Nicanor Parra, que pervive en la muestra auspiciada en Guadalajara por el Ministerio de Cultura de Chile, país invitado de honor a la Feria del Libro y por medio de la cual se exhiben 229 objetos o “artefactos” elaborados por el creador de la antipoesía, el crítico español afirma que se trata de “un Parra completo, porque siempre estuvo el interés de presentar a un Parra total”.
“Hay mucho material audiovisual a través del cual se puede escuchar al poeta y es una exposición que trabaja muy bien el desarrollo de la visualidad desde dentro de la antipoesía”, concluyó.