Günter Grass volvió a subir el tono en el enfrentamiento que mantiene desde hace una semana con Israel: en un nuevo artículo publicado hoy, el premio Nobel de Literatura alemán consideró una medida “habitual en dictaduras” que el país le prohíba el ingreso por un controvertido poema crítico.
“En tres ocasiones se me prohibió la entrada en un país”, escribió Grass en el diario “Süddeutsche Zeitung”, refiriéndose a la extinta Alemania comunista (RDA), a Myanmar y ahora a Israel.
En los dos primeros casos “se aplicó una medida habitual en las dictaduras”, explica el escritor de 84 años. “Ahora es el ministro del Interior de una democracia, el Estado de Israel, el que me aplica la prohibición de ingreso”. Grass señala que la “medida coercitiva” adoptada por Israel “recuerda, también por el tono, al veredicto del ministro Mielke”.
Erich Mielke fue jefe de la temible policía secreta de la RDA, conocida como Stasi. “La RDA ya no existe”, concluye el novelista.
“Pero como potencia nuclear de una dimensión sin control, el gobierno israelí se considera autolegitimado y hasta ahora es imposible de alcanzar con cualquier exhortación”.
El artículo titulado “Entonces como ahora: mi respuesta a las recientes resoluciones” es la primera reacción de Grass después de que el ministro del Interior israelí, Eli Yishai, lo declarara el fin de semana “persona non grata”.
La sanción implica que el escritor no puede volver a entrar en el país. El autor de “El tambor de hojalata” encendió los ánimos en Israel y Alemania la semana pasada al publicar un poema titulado “Lo que hay que decir”, en el que acusa a Israel de ser “una amenaza a la paz mundial” y condena su política ante Irán.