La música de cámara es un encuentro íntimo entre los intérpretes y el público. Así define el violinista Andrés Delgado a esta forma de instrumentar la música que Quito podrá vivirla esta noche, a las 20:00, en la Casa de la Música (Valderrama y Mariana de Jesús), como parte de la presentación de la Orquesta de Cámara de Stuttgart.
La agrupación alemana, una de las más antiguas del mundo creada en el epílogo de la Segunda Guerra Mundial, en 1945, llega a la capital como parte de su gira que incluye países como Perú, Brasil y Argentina. Su repertorio, con obras de Mendelsshon, Bach y Brahms, pone de manifiesto su calidad interpretativa.
La llegada de estos 18 músicos, quienes estarán bajo la batuta del violista Wolfram Christ (reconocido por su extensa trayectoria de más de 20 años junto a la Filarmónica de Berlín), confirma algo que viene pasando hace meses: Quito recibe cada vez más agrupaciones de este nivel.
Según Delgado, quien ha formado parte de grupos de cámara en Colombia y Argentina, Ecuador comienza lentamente a ganar terreno como un destino entre los grandes circuitos de música clásica de la región. A su criterio, el hecho de que Quito haya sido el escenario para que el compositor Philip Glass grabe su disco ‘Glass: Cello Concerto No.1’ es un buen síntoma de ello.
En los últimos años, grandes agrupaciones e intérpretes han pisado suelo ecuatoriano con la finalidad de realizar sus presentaciones. Entre ellos se encuentran el violinista Joshua Bell (2008), la Orquesta Sinfónica Juvenil de Baden-Würtemberg (2009), la soprano Renée Fleming (2009, y que este año vuelve a Quito, en el Teatro Sucre), el pianista Frederic Chiu (2006, 2011), la Orquesta de las Américas (2010), el director Daniel Barenboim (2010), el Cuarteto de Cuerdas Emerson (2011), la Orquesta Sinfónica de San Petersburgo (2011), Ara Malikian (2011), la Orquesta Sinfónica Juvenil de Alemania (2011), entre otros.
Al respecto, Gustavo Lovato, director musical de la Casa de la Música, dice que los escenarios quiteños, en particular, son versátiles frente a los requerimientos de los intérpretes y las agrupaciones. “Aquí puedes montar desde una ópera hasta un ensamble sinfónico sin mayores problemas”.
Pese a estas facilidades que brindan lugares como la Casa de la Música o los teatros Sucre y de la Casa de la Cultura, el gestor cultural Mateo Freire opina que la apetencia del público por estos espectáculos aún no llega a cubrir las expectativas de los organizadores. “Tenemos una ciudad diversa en sus gustos. En un día podemos tener lleno completo en un concierto de rock y al día siguiente apenas llenar los puestos de un pequeño teatro”, dice.
Sin embargo, en lo que respecta a música de cámara de grupos internacionales, los asistentes quiteños han satisfecho cualquier expectativa. Eso opina Ximena López, socióloga melómana colombiana, cuya asistencia es recurrente a los conciertos de música clásica que se desarrollan en la ciudad. “El lleno casi total en la experiencia que se tuvo con Emerson (cuarteto de cuerdas, EE.UU.) es un ejemplo de que la música en pequeño formato sí convoca”.
Tanto Freire como López insisten en que aun cuando Quito ya consta como un punto en ciertos circuitos ello no significa que el país sea un destino fijo para este tipo de agrupaciones. “Si se analiza, Quito y Guayaquil son destinos de cultura; otras ciudades escasamente logran alcanzar este objetivo”, finaliza la socióloga.
La Orquesta en detalle
La Orquesta de Cámara de Stuttgart cuenta con 18 músicos en escena. Su director invitado es el violista Wolfram Christ.
Fue fundada en 1945 y es considerada no solamente la más antigua sino como una de las más perfectas organizaciones camerísticas que existen en la actualidad.
El repertorio de hoy incluye la Sinfonía para cuerdas de Mendelssohn, el Concierto para tres violines de Bach y la sinfonía para cuerdas de Brahms.