En el contexto de la Campaña Manuela Sáenz, ‘La Libertadora’, hubo en Guayaquil el Foro Binacional Ecuador-Perú. Estuvieron historiadores de ambos países que hablaron de la incidencia que Sáenz tuvo en la independencia.
Los convocados fueron Ana María Álvarez, del Museo Manuelita Sáenz, de Quito; Carlos Reos, cónsul adscrito de Perú; Carlos Calderón Chico, historiador guayaquileño, y Juan de Althaus, historiador peruano radicado en Ecuador. También participó Ezio Garay, historiador guayaquileño, quien leyó un texto del diplomático peruano, Daniel Loarte.
En el foro se dijo que el traslado de las llamadas cenizas desde Paita hasta Caracas, pasando por Ecuador y Colombia, es un acto simbólico ya que al morir de difteria, Manuela Sáenz fue enterrada en una fosa común.
Sus propiedades fueron incendiadas con muchas de sus pertenencias personales.
Las ponencias presentadas, la noche del lunes, en el Centro Cultural Simón Bolívar, tuvieron puntos coincidentes. Uno de ellos: recién a mediados del siglo XX, la figura de Manuela Sáenz es tomada en cuenta por los historiadores. También, el papel que tuvo en la Independencia de Perú y Ecuador.
Ana María Álvarez destacó la capacidad intelectual de Manuela. Por ejemplo, dijo, hablaba inglés, francés y un correcto español. “Analizar o hablar de Manuelita únicamente desde el punto de vista de su relación con Bolívar sería sesgado e incompleto”.
Dijo que tras un estudio del padre Jorge Villalba, de 60 cartas escritas entre 1830 y 1846 por ella, la define como “mujer versada, observadora, tan relacionada con los hombres importantes de los países bolivarianos”.
De igual forma, Carlos Manuel Reus, destacó el papel de Manuela Sáenz en los procesos independentistas, antes de conocer a Simón Bolívar. Destacó su amistad, en Lima, con la guayaquileña Rosa Campuzano.
Fruto de ese trabajo recibió un reconocimiento del general José de San Martín. Él la nombró ‘Caballeresa’ del Sol de la Orden El Sol del Perú, el 28 de julio de 1821. Casi un año después, en Quito, en junio de 1822, tuvo su primer contacto con Bolívar.
Carlos Calderón recordó obras que sobre Manuela Sáenz han escrito Pablo Neruda, Alfonso Rumazo González, Jorge Enrique Adoum y Humberto Vinueza.
A su vez, Juan de Althaus habló del contexto histórico en el que vivió la quiteña, finales del siglo XVIII y el inicio de la modernidad. Destacó la importancia que tuvo en la vida de Bolívar, a tal punto que ella creaba redes de inteligencia en la ciudad hasta donde se trasladaban.
En su lectura del texto de Daniel Loarte, Ezio Garay habló de cinco Manuelas: la de su nacimiento hasta 1822, la de la etapa bolivariana, la que se mantiene oculta tras sus exilios y su muerte en Paita, la de los textos de historia y literatura y, por último, la Manuela que es nombrada en los discursos políticos y en los textos oficiales.
El foro fue organizado por el Comité Rosa Campuzano, integrado por entidades de los dos países. Hasta el viernes, en Guayaquil, habrá varios actos programados en homenaje a Manuela Sáenz.