La segunda edición de Ilustres Ilustradores lleva exhibiéndose una semana en el Centro de Arte Contemporáneo. Se trata de 120 gráficas, una por cada autor, que configuran un vistazo a los caminos que sigue la ilustración en el país, y un registro de quienes la trabajan. Además de la muestra, la cita organizó una serie de charlas con personalidades del dibujo, algo que se encamina en el desarrollo y la formación, tanto de públicos como de hacedores.
Observar las gráficas es ingresar a un inmenso fabulario; eso lo determina la imaginería presente en las ilustraciones y también la diversidad de enfoques y maneras de encarar esta práctica. Unas ilustraciones, más que otras, invitan a reflexionar, pues conllevan una relectura de símbolos, una intervención en los códigos visuales, un mensaje a descifrar entre el trazo y el color. Existen también las gráficas que parecen creadas desde el divertimento o desde el experimento con técnicas y estilos. El uso de las herramientas informáticas y digitales es una constante, sin que esto signifique un abandono de las destrezas manuales, pues se evidencia una relación con la línea y el trazo.
Sobre los sujetos en las ilustraciones se apunta que hay un trabajo especial sobre la imagen de la mujer, haciéndola protagonista de varias gráficas, desde distintas características. En los retratos están la belleza o la sensualidad, pero también se exploran otros territorios y sentimientos. Entonces la inocencia comparte con la perversión, mientras que la feminidad se emparenta con la espiritualidad, la naturaleza, la magia.
En esta representación de los sujetos también caben trabajos que exploran cierto monstruosismo; es decir, se apela a la deformidad, a la rareza o a la exageración, acaso como forma de visionar los tiempos actuales. Calaveras, cuerpos deshechos, personas zoomorfas, bestias de raíz mitológica y más de un personaje cuya figura bebe de las gráficas japonesas o chinas, andan por las ilustraciones de los Ilustres.
En esa línea hay presencia de criaturas fantásticas, pero en un diálogo con la actualidad; especialmente cuando la tecnología, el futurismo, la robótica son aspectos que se muestran en las gráficas. El diálogo también se da en ilustraciones que van hacia lo ancestral, pero en relación con la ficción y la imaginería de estos tiempos, bastante bien definidos por la mixtura.Así también se cuentan entre los elementos que componen estas ilustraciones las referencias a la cultura popular, sea desde la música o desde el cine.
Las gráficas que tienden al paisajismo juegan con lo urbano y con lo rural. La ciudad se manifiesta desde distintos tiempos y espacios, pero sobre todo desde su relación con los sujetos que la habitan. Mientras que la naturaleza se representa en consonancia con una relación más horizontal respecto del ser humano.