Etem critica al sistema con su arte

En el MAAC.   Etem     tiene 34 años;  reunió por un año  desperdicios para su muestra, que está abierta hasta la primera semana de abril.

En el MAAC. Etem tiene 34 años; reunió por un año desperdicios para su muestra, que está abierta hasta la primera semana de abril.

El hombre-máquina. Los televisores, las radios, las aspiradoras vistas como extremidades del cuerpo humano, como objetos que han dominado al hombre antes que el hombre a ellos. Eso es ‘Ser Cosa’, los retratos fotográficos que el argentino Rodrigo Etem trajo a Guayaquil.

Desde el inicio, lo primero que cautiva el ojo del espectador es la gama de colores empleados. “Es una forma de atraer la atención para contar algo”, explica Etem. La problemática social que denuncia el autor resulta obvia solo después de ese primer impacto: una vez que observamos máquinas cotidianas reorganizadas de manera poco habitual. Entonces vemos la fotografía de un hombre con los brazos estirados, los puños abiertos y una aspiradora en calidad de cabeza. El objeto cumple su función: aspira gran parte de la arena sobre la cual el hombre-máquina se arrodilla.

En total son 25 imágenes. Entre esas, también, vemos a un hombre con una radio azul en la cabeza. Los dos parlantes negros del equipo son sus ojos. Su mano izquierda sostiene una soga ama-rilla y lleva puesto un pantalón blanco con rayas rojas.

Hernán Pacurucu, cuencano y curador de esta muestra, considera que la obra de Etem es una crítica a la manera en que las máquinas se han convertido en elementos vitales para nosotros. Necesidades creadas. “Por ejemplo, hasta antes de que existan los celulares, nadie necesitaba un celular. Ahora, quien no tenga uno está aislado del mundo”, reflexiona.

Además, añade, su trabajo va acorde con las teorías del posthumano: el hombre que con unos lentes puede ver más lejos, que con unos zapatos de básquet puede saltar más alto. El superhumano, dice, capaz de hacer más cosas con la ayuda de una máquina.

Como fondo de las fotos: los paisajes desérticos de la provincia de Mendoza (Argentina).

Si uno sigue recorriendo la muestra, hallará hombres-televisores, hombres-sierra eléctrica y hasta bolas de plástico, lana y otros desperdicios que el artista reunió por esta exposición.

Parecen extraterrestres. Somos nosotros. ¿En serio, así nos vemos?

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