La infraestructura del Centro de Exposiciones Quito resultó cuestionable para la realización de la Feria del Libro 2012; ya el año anterior dio pruebas de ello, ante los aguaceros, los problemas de acústica y el montaje de los estands. No ha estado cerca de las facilidades del Centro de Convenciones Eugenio Espejo.
Así, un espacio donde un mes se muestran muebles y el otro automotores, esta vez ha recibido libros en las dos plantas de uno de sus pabellones.
El más amplio es el del Ministerio de Cultura, que ha cedido un lugar al Ministerio Coordinador de Patrimonio y otro para las publicaciones del Consejo Nacional de Cultura. Le siguen en tamaño, aunque más diversos en oferta, el de la Cámara del Libro y los de las grandes librerías y editoriales: Mr. Books, Santillana, LibriMundi, Española, LibroExpress, Edinun, Círculo de Lectores, Océano.
En el mezzanine están los estands de las editoriales independientes y algún sello cartonero, además de las delegaciones culturales de Brasil, Irán, Cuba, EE.UU, entre otras.
Los libros ofrecidos van desde los clásicos literarios en diferentes ediciones, hasta textos de informática y otros que ofrecen la llave de la salvación personal. Para la literatura selecta hay que escudriñar un poco, pues la mayoría de ejemplares son textos que cuentan con amplia difusión y aceptación. Sin embargo, estands como El Sabueso, Comala o Cascahuesos cuentan con una oferta singular. Buscando con paciencia se pueden hallar títulos específicos de Ciencias Sociales o Psicología.
Los descuentos van del 10% al 50%, pero no es la media de la oferta, incluso hay estands que no ofrecen precios más asequibles. Además de la compra-venta de libros, se han abierto pocos espacios de canje (más que nada entre editoriales independientes) y los contactos para la circulación y el intercambio entre libreros y editores del Ecuador y de otros países ha sido limitado.