Desde 1955, en Kassel se monta la muestra más grande e importante de arte contemporáneo en ese país europeo.
Documenta, la gigantesca muestra de arte contemporáneo que se celebra cada quinquenio en Alemania, recibe (desde el 9 de junio) al público con una propuesta artística cargada de interrogantes políticos y filosóficos.
La exhibición tiene lugar en la ciudad de Kassel, en el centro de Alemania. Alrededor de 750 000 visitantes son esperados durante los cien días de duración de esta amplia exposición. La lista de participantes de la edición número 13 de Documenta comprende 297 nombres, incluidos científicos o artistas fallecidos como el español Salvador Dalí. Lo que se expone “podrá ser arte o no”, aclara la directora de la muestra, Carolyn Christov-Bakargiev.
“Las fronteras entre lo que es y lo que no es arte están perdiendo importancia”, sostiene. Las obras estarán expuestas en museos y parques, pero también en una vieja estación de tren, un búnker, un hotel con salón de baile, en una gran tienda o en oficinas vacías.
Kasper König, director del renombrado Museo Ludwig de Colonia y uno de los organizadores de muestras más influyentes de Alemania destaca este años especialmente las obras: The Refusal of time, del artista multimedia sudafricano William Kentridge (imágenes filmadas, dibujos, danza, música, texto y escultura); Momentary monument IV de la italiana Lara Favaretto (una inmensa montaña de chatarra); Sanatorium del mexicano Pedro Reyes es una clínica improvisada para curar el estrés, la soledad y el miedo; o The importance of telepathy de los tailandeses Apichatpong Weerasethakul y Chai Siri, una obra que invita al reposo; así como, entre otras, Leaves or grass de Geoffrey Farmer, compuesto por cientos de fotografías de la revista Life, entre 1935 y 1985.