Diálogo entre 2 DT

Mariana Andrade

Mariana Andrade

Este domingo se jugará la final de la Copa América entre Uruguay y Paraguay, los países más pequeños de América del Sur. Pienso en el proceso que debieron llevar a cabo para eliminar a dos grandes: Argentina y Brasil. Escucho al ‘Maestro’ Tabárez, DT de la Selección uruguaya, con una admiración silenciosa. No soy mujer de fútbol y mis conocimientos del mismo no pueden estar más distantes a la actividad que realizo: ser la DT del cine Ochoymedio.

El maestro Tabárez combinó la pasión del fútbol con la docencia. Es el ideólogo de un proyecto global que se preocupa por las ligas menores, a las que motiva para que su esfuerzo los lleve a la máxima jerarquía del fútbol, pero advirtiéndoles que esto les tomará años. Dice que no espera de un jugador solo goles, ni rigor táctico, ni esfuerzo en la cancha. No claudica en sus principios de formación y gestación de los nuevos jugadores para obtener resultados inmediatos. Un DT de fútbol que habla de educación, imagen y comunicación es nuevo para mí.

Pienso entonces en el Ochoymedio, el cine que dirijo y que ha construido un camino en solitario en La Floresta, durante casi una década. Me confirma el maestro Tabárez que estoy por buen camino: que el esfuerzo que he puesto en la formación de un público diferenciado, fiel a un concepto de programación, sin claudicar al mercado, dará frutos en algún momento.

Creo en la formación de los nuevos gestores que dirigirán el cine Ochoymedio en el futuro y en el público. Creo en ellos más que en avances tecnológicos de 2D, 3D, que dan al cine una mirada en dimensiones que no entiendo, aunque los reconozco necesarios para muchos y, en algún momento, me interesaré por ellos. Saludo la creación de nuevas salas con esta tecnología pero ese no es ni será mi camino. Sigo creyendo en Fellini, en Bergman, en Antonioni, en Bertolucci y en los nuevos realizadores que vuelven al cine monocromático y sin sonido, porque ahí está el germen del cine que me importa.

El viento sopla a favor de los pequeños este domingo y en La Floresta se lo siente con fuerza. Como dice el maestro Tabárez: “Una idea firme y paciencia para aplicarla, sobre todo en los momentos de tomar decisiones de timón, esa es la receta”.

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