Despliegue artístico a cargo de la Sinfónica Nacional y la Compañía Nacional de Danza

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Durante el ensayo con público de las obras 'La penúltima danza', del coreógrafo Hervé Maigret y música de Gustav Mahler, y 'La consagración de la primavera', con música del compositor ruso Igor Stravinsky y coreografía de Jorge Alcolea, la Compañía Nacional de Danza y la Orquesta Sinfónica Nacional del Ecuador (OSNE) presentaron una función en la que se pudo apreciar la calidad artística de las dos instituciones artísticas.

El programa, que tuvo lugar este miércoles en las instalaciones del Teatro Nacional Sucre, inició con la obra de Maigret: 'La penúltima danza'. Este es un ballet basado en la poesía de Guy Bellay que cuenta la historia de un viejo poeta que nunca dudó del acto creativo. En medio de su angustiosa soledad, el poeta encuentra la juventud; un deseo que lo resucita y le da fuerzas para seguir viviendo. Al final, solo puede estar ahí, esperando volver a ser alguien, o al menos seguir siendo lo que es.

La interpretación de la obra de Maigret, cuya musicalización fue la sinfonía No. 5 de Mahler 'Adagietto', estuvo a cargo de los bailarines Pedro Hurtado y Omar Aguirre. En ella se pudo ver una intensa compenetración de los artistas. Pese a ello, en ciertos instantes el intenso "feeling" que ellos creaban sobre el escenario los llevaba a cometer errores técnicos que ensuciaron una participación que hubiese rayado en la perfección interpretativa.

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Luego vino un intermedio de diez minutos en el que su pudo apreciar un Teatro Sucre casi lleno, pese al día y a la hora (miércoles, 16:00). Ya durante la segunda parte del programa de ensayo se pudo disfrutar de 'La consagración de la primavera', en la que la que participaron 85 músicos de la OSNE (la orquesta en pleno junto a músicos de la Sinfónica de Loja y de la Fosje) y 14 bailarines de la Compañía Nacional de Danza.

Compuesta por Igor Stravinsky para los Ballets Rusos de Sergéi Diágilev, 'La consagración de la primavera' es una partitura que irrumpió en el clasicismo y romanticismo de principios del siglo XX, consagrándose, valga la redundancia, como la obra más revolucionaria del siglo pasado.

En la puesta en escena de la obra de Stravinsky, la OSNE y la Compañía Nacional de Danza demostraron un manejo casi impecable la obra. Aunque en los primeros segundos del ballet los gritos de los bailarines, que formaban parte de la representación, casi silenciaron a los instrumentos de la Sinfónica; durante el resto de la misma se vivió un festín artístico con juego de luces y movimiento.

La estética de la Consagración estuvo desarrollada en diez cuadros continuos. La música del compositor ruso, que estuvo bajo la dirección de Andrea Vela, fue un acompañante que cautivó a los asistentes. Junto a ella, la vibrante participación dancística conjugó dos bellas artes en el escenario.

Al final de la presentación, la directora de la OSNE, Andrea Vela, y la directora de la Compañía Nacional de Danza, María Luisa González, agradecieron la presencia del público en el lugar. Luego de estos ensayos, que se vienen realizando desde hace dos meses atrás, la OSNE y la Compañía Nacional de Danza presentaron ayer, en el mismo escenario, La consagración de la primavera. Y mañana será presentado 'El Otro bolero de Ravel', a las 20:30, en el Teatro Sucre; a estas funciones se entra solo con invitación, la misma que puede ser retirada en la Compañía de Danza.

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