Un decreto para reorganizar el arte

Casa de la Cultura Ecuatoriana Presidida por Marco A. Rodríguez busca formas legales para afrontar este decreto.

Casa de la Cultura Ecuatoriana Presidida por Marco A. Rodríguez busca formas legales para afrontar este decreto.

Solo bastó una firma, para que el Sistema Nacional de Cultura (SNC) avance y cobre forma. La Ley de las Culturas sigue en la Asamblea, pero el presidente Rafael Correa ya emitió el decreto No. 985 y así todas las instituciones culturales que reciben fondos públicos pasan a funcionar bajo la rectoría del Ministerio de Cultura.

El documento está fechado el 29 de diciembre del 2011 y da un plazo de 120 días para que la reforma se ejecute.

La Biblioteca Nacional, la Compañía Nacional de Danza y la Orquesta Sinfónica Nacional, de Guayaquil y de Cuenca se transforman en unidades de gestión desconcentrada del Ministerio. El documento explica que la Cartera de Estado reglamentará estas unidades, designará a sus directores y vigilará su funcionamiento.

Otros entes se suprimen, como el Sistema Nacional de Archivos y la Comisión Permanente de Conmemoraciones. Mientras que otros no se mencionan en el documento pero son parte de la institucionalidad cultural pública, como la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE) o el Consejo Nacional de Cinematografía (Cncine).

Antes de emitir una declaración formal, personeros de la CCE indicaron que sus abogados se hallan recopilando documentos e investigando para dar con decretos previos que pudieran problematizar con el reciente decreto presidencial. Asimismo, se anunció una reunión de la junta plenaria de la CCE, para el jueves 19 de enero, donde se discutirán y resolverán estos asuntos.

Leonardo Jaramillo, director ejecutivo de la OSNE, precisó que la orquesta viene trabajando en un plan de fortalecimiento institucional, que ha sido propositivo y ha servido de guía para varios proyectos. Jaramillo añadió que acatará las disposiciones que emita al respecto el Ministerio.

En el decreto, en el capítulo de los principios generales de la organización, el artículo dos señala: “Dicho Ministerio es el encargado del diseño, definición e implementación de políticas y normas generales para el sector; de la formulación y ejecución de planes, programas y proyectos que tienen relación con el tema cultural”.

Entonces, este diseño, definición, implementación, formulación y ejecución se trabajarían desde los ejes programáticos que destaca la política cultural del Ministerio (Descolonización, Derechos culturales, Emprendimientos culturales y Nueva identidad ecuatoriana contemporánea).

Por su parte, el Ministerio de Cultura ha anunciado una rueda de prensa para esta semana, donde explicará detalladamente este traspaso y se dará a conocer los resultados del acercamiento entre las instituciones que pasan al SNC y la Cartera de Estado.

Sobre el personal de estas instituciones, el decreto menciona que podrán formar parte del Ministerio, previa evaluación y selección y en caso de existir cargo innecesarios se suprimirán.

Adrián de la Torre, vocero de la Coordinadora Cultural País, señala que “las instituciones culturales han exigido que el Estado cumpla su papel, en ese sentido es necesaria su intervención. Hay que entender que la cultura se conforma como un sistema de producción de bienes, por lo tanto el Estado debe regularlo. El SNC racionaliza esa intervención en una cantidad de instituciones dispersas y sin conexión”.

Sin embargo, le llama la atención la demora en su implementación, cuando en la Constitución del 2008 ya se lo mencionaba y el Ministerio ya estaba en capacidad de hacerlo, pero -dice- no ha intervenido ni ha aclarado las funciones de las instituciones.

Sobre la rectoría y la definición de planes y programas de las instituciones, por parte del Ministerio, De La Torre no supone un mayor problema, exceptuando el caso de que las políticas no sean consensuadas con la ciudadanía y no se llegue a un acuerdo.

Punto de vista

Jorge Luis Serrano/ Director Cncine

‘Es parte de un proceso’

El Cncine asume el decreto como parte del proceso de reordenamiento de las entidades públicas del ámbito cultural en el marco de configuración del Sistema Nacional de Cultura. Hay que ver el contexto; el sector se ha caracterizado por una amplia dispersión y atomización de entidades. Lo que se busca es ordenar el campo bajo el criterio de rectoría del Ministerio de Cultura.

La autonomía y la labor que ha hecho el Cncine no se afecta de ninguna manera. Cncine continúa con sus labores en el marco de la Ley de Cine, en una estrecha relación interinstitucional con el Ministerio orientada al alcance de los objetivos y ejes programáticos definidos por la ministra Sylva y que, en el ámbito del cine y el audiovisual, se ve complementada por la dinámica propia de un campo cada vez mas complejo. El deseo del Gobierno Nacional será fortalecernos institucionalmente por los objetivos alcanzados.

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