Los caminos del músico son tan diversos como las notas en el pentagrama. El pianista Washington García es un ejemplo de ello. Quito lo vio nacer y aquí dio sus primeros pasos en la música. Italia fue la patria donde debutó como pianista. Pero ha sido en EE.UU. donde ha alcanzado la estabilidad necesaria como para dedicarse a la docencia e interpretación.
Mientras ultimaba detalles para su viaje a Quito, el ahora profesor y jefe del Departamento de Piano en la Universidad del Estado de Texas en San Marcos conversó con nosotros desde su casa. No fueron necesarios largos viajes para reunirse con él (recién arribó a Quito el jueves en la noche); a través de una laptop, el García habló sobre su carrera, su labor como gestor cultural y, en fin, varios de los momentos de su vida como intérprete en el extranjero.
Washington García se mueve principalmente entre EE.UU. y Ecuador para ofrecer su música, ¿pero a qué público se debe en realidad?
Al público de todo el mundo. Yo soy una creación de muchas partes. Varias partes del mundo han aportado para que yo llegue a ser quien soy. Todos me abren oportunidades y me invitan para seguir cultivando mi carrera.
¿Es fácil abrirse campo en el mundo musical académico estadounidense?
Es tan difícil como en cualquier parte del mundo. Esta es una carrera muy sacrificada, que necesita mucha organización, mucha dedicación. No me veo haciendo nada más de lo que vengo haciendo al momento aunque ella sea muy competitiva.
¿El pianista es solo pianista o tiene la posibilidad de dedicar tiempo a otras cosas?
Dependiendo de la rama que quieras seguir, dentro de la carrera musical puedes tener muchas posibilidades. Puedes ser un catedrático, como es mi caso, y paralelamente puedes ser concertista o acompañante de una ópera, etc. Hay varias opciones para hacer una vida profesional musical.
¿Y para los solistas? ¿A ellos se les acortan más las oportunidades y posibilidades?
Siempre ha sido un campo difícil de abrirse paso porque, en primer lugar, en términos económicos la música clásica es costosa. Lo bueno es que somos muchas personas que estamos enfocadas en crear oportunidades para los jóvenes, en ayudarles a alcanzar la meta de ser músico. Aún así, la carrera de solista sigue siendo la más costosa de todas, porque no es el músico sin más, sino que necesita de gente que lo presente en los grandes circuitos musicales.
¿Cuál es la parte más difícil de hacer este tipo de música?
Hay varios puntos. Primero hay que dedicarse completamente. No puedes hacer una carrera de músico y hacer otra carrera distinta a la par. Recuerdo que cuando era estudiante practicaba cerca de ocho horas de piano al día, a parte de todas mis clases y eventos. El tiempo que uno tiene que invertir para poder educarse en esta actividad demanda mucho. Además, debes tener conocimientos vastos de cultura general para saber muchas cosas que forman parte de la vida misma y de la música a través de la historia.
¿Cuáles son los sacrificios a los que debe sujetarse viviendo en el exterior?
Creo que a ninguno, ni siquiera el idioma porque se trata solo diferentes notas musicales: corcheas, negras, semifusas. Todas puestas juntas te dan la idea y la frase musical completa. Cuando viajo por el mundo, el inglés y el español son muy hablados por la gente y la comunicación fluye.
¿Desde su debut en Roma, cómo ha ido creciendo como pianista?
He tenido mucha suerte porque tuve la oportunidad de estar en unos de los mejores conservatorios del mundo: el Peabody Institute de la Universidad de Johns Hopkins. Tuve también una excelente preparación en el Ecuador en el Conservatorio Nacional de Música al igual que en la Fundación Zaldumbide Rosales. También tuve la oportunidad de estudiar con la directora del departamento de piano de la Julliard School of Music de Nueva York. Y mi carrera sigue creciendo.
¿Cómo ve la panorámica pianística ecuatoriana?
Ecuador tiene talentos espectaculares. He escuchado a chicos de varias ciudades y me han impactado. También la recepción que ellos tienen es magnífica . Pero la panorámica no tiene que ver con la cantidad de talentos sino con el nivel de responsabilidad que tienen los maestros sobre el desarrollo de sus estudiantes.
El talento de García, hoy
Tres siglos de música y cinco formas de componer para piano estarán a cargo de Washington García, en el recital que el músico ecuatoriano ofrece esta noche, a las 20:00, en la Casa de Música (Valderrama y Mariana de Jesús, sector Hospital Metropolitano) .
En la velada pianística, García iniciará con la música de Johann Sebastian Bach en su Preludio y Fuga en fa sostenido menor. Luego será el turno de Frederic Chopin y el Nocturno en do sostenido menor; para luego pasar a la Sonata para Piano Nro. 2, también de Chopin.
En la segunda parte del programa, la música de Robert Schumann se tomará el espacio de la Casa de la Música a través de la obra Arabesque Op. 18. Alberto Ginastera estará presente con las Danzas Argentinas, y, finalmente, el pianista ecuatoriano regresará al siglo XIX para interpretar la Fantasía en do mayor, D760, de Franz Schubert.
Por otro lado, la mañana del sábado, García llevará a cabo las audiciones para el 3er Texas State International Piano Festival, también en la Casa de la Música.