Representantes de distintas organizaciones culturales presentaron a los candidatos a concejales del Distrito Metropolitano de Quito, por el Movimiento Alianza País, un documento que recoge algunas peticiones para consolidar las actividades artísticas en el sur de la Capital.
Roberto Guerrero, miembro del colectivo Red Cultural del Sur, fue el encargado de presentar el oficio a la concejala Luisa Maldonado, quien se comprometió a desarrollar un plan de acción para satisfacer las exigencias planteadas.
Según Guerrero, se ha conformado “el Frente por la Revolución Cultural, que es un espacio que trata de aglutinar los procesos culturales y a la vez construir un mecanismo de diálogo político que permita actuar con los decisores públicos”.
El resultado de la iniciativa es el consenso para presentar algunas solicitudes. La primera, según el integrante de la Red Cultural del Sur, es “pensar en sistemas de formación permanentes y sostenidos”, es decir, dar la posibilidad de que las personas que realizan música, danza y arte puedan obtener títulos de tercer nivel.
El otro objetivo que plantea Guerrero es que el 0,1% del presupuesto del Municipio se lo invierta en la “cultura viva comunitaria”, que son las actividades que realizan las agrupaciones y los colectivos. La aspiración es que de los aproximadamente USD 24 millones anuales que dispone la Secretaría de Cultura, USD 2 millones sean manejados por las organizaciones locales.
La tercera petición es que se mejoren los modelos de gestión participativos. Guerrero sugiere que el Teatro México y el Centro Cultural Quitumbe que está por construirse, pasen a ser gestionados por la gente.
El espacio público para la presentación de artistas barriales, la reingeniería de la Secretaría de Cultura y los cambios en la política pública que permitan formalizar la representación ciudadana también forman parte de las inquietudes de estas agrupaciones.
Sin embargo, hay otros temas pendientes que deben ser resueltos. Gerardo Ramos es Coordinador de la Mesa Ciudadana de Cultura y Espacio Público. Él asegura que la entrada en vigencia de “la Ley de Cultura es una necesidad apremiante, más aún porque desde el 2009 hasta ahora no se expide la ley”. Añadió que el objetivo es concretar propuestas de desarrollo local y comunitario en el ámbito cultural.