Los integrantes del Ballet Ecuatoriano de Cámara (BEC) protestaron el martes.
Frente a los autos parados ante la luz roja del semáforo, los bailarines rechazaron el cierre temporal del Teatro Nacional de la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE).
Dijeron que la medida afectará a las presentaciones gratuitas que el BEC realiza cada año. Rubén Guarderas, director de esta institución, solicitó un acuerdo para que no suceda lo que pasó con en el Teatro Prometeo, que terminó varios años en remodelación.
Según las autoridades de la CCE, el cierre temporal del teatro es una necesidad. Será de seis meses. Para Víctor Hugo Gallegos, director de Teatros de la institución, es necesario el cambio de las 2 000 butacas, deterioradas por el uso de más de 20 años, así como la instalación de nuevos pisos en las plateas.
El Gobierno japonés donará los equipos de iluminación y sonido, por USD 800 000, mientras que el cambio de butacas y pisos alcanza los 900 000, por una partida presupuestaria.