Con el preestreno de ‘Entretejidos de memorias. Quito siglo XIX’, una coreografía de Laura Alvear interpretada por el Ballet Metropolitano, el Ballet Ecuatoriano de Cámara (BEC) y sus elencos hermanos (además se cuenta al Ballet Contemporáneo) inauguraron sus funciones para la temporada 2011.
Una temporada para cuyo trabajo la institución reinició labores el 3 de enero y que, en palabras de Rubén Guarderas, director del BEC, viene con estrenos y obras de repertorio, en los diversos estilos que la institución maneja.
Así, ‘El Quijote’ y ‘Blancanieves’, dos montajes de ballet clásico, se interpretarán en la reapertura del Teatro Nacional de la Casa de la Cultura (que estuvo cerrado por remodelación), el domingo 30, a las 11:00 y 17:00.
Además de la temporada de estreno de ‘Entretejidos’’, se anuncia el estreno de ‘Génesis’, a cargo del elenco contemporáneo. Esta coreografía se presentará la primera semana de febrero; en su construcción confluyen las concepciones bíblicas sobre la creación y los conflictos de la interioridad humana, entendida dentro de sociedades con fuertes movimientos migratorios.
Guarderas también hace referencia a un trabajo en proceso, ‘Latin África’, una pieza que se arma desde la herencia y los aires traídos a América por la negritud y desde su participación en los procesos de mestizaje. “Se trata de una interculturalidad vívida y no permisiva; es decir, que busca la integración de toda la sociedad, en sus manifestaciones propias y en sus diferencias culturales.
Las funciones seguirán con el plan de extensiones hacia otras provincias, como en el año anterior. En el 2010, el BEC visito 20 provincias con 65 funciones. Asimismo, darán continuidad a la labor metodológica que desarrollan con colegios y agrupaciones barriales o parroquiales.
Con respecto al contexto que se marca con la políticas del Ministerio de Cultura y el trámite de la Ley de las Culturas, Guarderas cree importante manejar agendas paralelas: “No entender el arte como un hecho manejado desde el Ministerio, sino como un hecho vivencial en la sociedad, un hecho que tiene varias aristas”.
Además, considera que una labor pendiente es la conformación de un departamento nacional de investigación, que permita un trabajo interdisciplinario con las artes. Con ello -explica- se puede llegar a una visión contemporánea sobre la geografía humana del Ecuador y no a hablar de la cultura como un hecho anacrónico, que debió solucionarse hace 500 ó 200 años.