A la Interpol le sorprendió leer el anuncio de venta de piezas arqueológicas en un diario de la ciudad de Cañuelas. La información de por sí ya alertó de un delito: en Argentina está prohibida la venta de arqueología, pero más llamó la atención que se la anunciara en un diario de esa ciudad ubicada a 60 kilómetros al sur de Buenos Aires y con apenas 24 000 habitantes.
El proceso judicial llevó al allanamiento de una peluquería en otra ciudad al sur de Buenos Aires, Lomas de Zamora, en cuyo fondo se encontraron 20 piezas. Fueron llevadas hasta el Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano (INAPL), se concluyó que 18 de ellas tenían alrededor de 1 500 años y que pertenecían a las culturas La Tolita, Bahía y Tuncahuán, del período de Desarrollo Regional ecuatoriano (500 a. C. y 500 d. C.).
“Cañuelas es una ciudad de casas muy caras y gente de mucho dinero. (El diario) está dirigido a ese nivel socio económico. Si lo hace a nivel nacional es imposible porque se lo descubre en seguida”, dijo Marcel El Haibe, jefe de Sección de Patrimonio Cultural de la Interpol, sobre estas piezas que tienen un valor de USD 2 000 en el mercado ilegal.
Nadie puede explicar y tampoco lo confesó el oferente cómo llegaron a Argentina. “Se acogió al derecho a silencio. Tampoco está detenido”, confiesa El Haibe. “Lo importante es recuperar las piezas, es soberanía cultural”, sostenía el embajador Wellington Sandoval en diálogos informales luego del acta de entrega porque “hay 500 más cuya sentencia judicial definitiva estamos esperando”, añadió.
En un negocio de la calle Florida, un hombre tenía un local de artesanías, las piezas eran vendidas y facturadas como artesanías a piezas irrisorias, pero había algunas que valían más de 4 000. Fueron incautadas 10 000 de diverso origen, 500 de los cuales son ecuatorianos. Todo ellos serán repatriados a sus respectivos orígenes. A mediados del próximo año fallarán los jueces.
“Hay un tema de la ética profesional y colaboración y compromiso entre los Estados. Somos conscientes de que las piezas deben volver a su territorio porque forman parte de la historia e identidad de las culturas que habitaron ese país. Es un principio ético que tenemos que devolver todo y evitar el saqueo de los sitios que destruyen la tierra”, dijo la directora del INAPL, Diana Rolandi.
Todos los objetos están ya embalados y se espera que se los embarque prontamente a Quito. Según se pudo conocer, irán en el avión que regrese al presidente Rafael Correa luego de su visita a Buenos Aires el próximo sábado, para la asunción presidencial de Cristina Fernández de Kirchner.