El escritor libanés Amin Maalouf ganó ayer el premio Príncipe de Asturias de las Letras 2010, gracias a una obra de lenguaje intenso que, para el jurado se destaca trazar “una línea propia hacia la tolerancia y la reconciliación, un puente que ahonda en raíces comunes de pueblos y culturas”.
Maalouf, que escribe en francés, se impuso al poeta chileno Nicanor Parra y a la escritora española Ana María Matute. El autor, nacido en Beirut, el 25 de febrero de 1949, fue exiliado en Francia desde 1976 por la guerra civil libanesa. Es autor de novelas como ‘Samarkanda’ (1988), por la que recibió el premio Maison de la Presse, o ‘Los jardines de luz’ (1990). Su narrativa tiene contenido histórico y político. Maalouf también trabajó en Líbano como periodista, profesión que prosiguió en Francia como redactor jefe de la revista semanal ‘Jeune Afrique’, pero desde 1985 se dedica una literatura en la que conviven historia, ficción y ensayo.
El galardón está dotado con 50 000 euros y una estatuilla diseñada por Joan Miró. ANSA