En una carta con fecha del 28 de junio de 2011, el director Álvaro Manzano anunció su retiro del concurso para director titular de la Orquesta Sinfónica Nacional del Ecuador (Osne). Esto, según expresó en su visita a las instalaciones de ese Diario, responde a una serie de trabas en el proceso de su selección como parte de los seis finalistas a concursar para el cargo de la Osne.
Según comenta Manzano, la primera traba se dio en abril. “Para esos días, habían quedado cuatro directores extranjeros como finalistas al cargo”, comenta decepcionado. El motivo de que no haya sido seleccionado en esa primera ocasión se debió a la “falta de documentos de respaldo”, afirma Manzano, quien también explica que requerían que él presente un documento en el que se certifique su trabajo en la Osne –la cual dirigió por 17 años–. Además, era necesario que presente su registro de calificaciones. Lo último sorprendió a Manzano debido a que en su título como Director de Orquesta Sinfónica y Ópera, obtenido en el Conservatorio Tchaikovsky de Moscú, consta como estudiante graduado con los máximos honores. Sobre esto, Leonardo Jaramillo, director ejecutivo de la sinfónica, afirma que los documentos pedidos a Manzano fueron los mismos exigidos al resto de aspirantes.
Para el 5 de mayo, se amplió a seis el número de finalistas, y fue así como Manzano y la francesa Nathalie Merin, única mujer finalista al cargo, ingresaron al concurso como finalistas.
Ya dentro del concurso, Manzano recibió un correo electrónico de la Directora de Recursos Humanos de la Osne, Patricia Kubes, en el que se le informaba que del 1 al 9 de agosto de este año él tendría ensayos con la orquesta, y el 10 y 11 daría los conciertos; ambos son procesos que forman parte del proceso de selección. A criterio del director, y como lo señala en la página tres de su carta de renuncia, en esas fechas el cuerpo orquestal se encuentra cansado y a punto de salir a vacaciones. “En el medio musical sinfónico es harto conocido que para esa época, los maestros músicos generalmente llegan cansados, luego de un año de actividades”, escribe manzano. Junto a esto, el director anota que las fechas elegidas para los conciertos coinciden con días cívicos, por lo que “cabe esperar cualquier eventualidad”.
En una reunión efectuada el 10 de mayo con el director ejecutivo de la Osne y Andrea Vela (directora encargada de la sinfónica), Manzano recibió la noticia que cada director concursante debía presentar un programa en el que consten una obra tipo obertura, una obra con solista y una sinfonía.
Para el 13 de junio, en un correo electrónico de Kubes, Manzano conoció que el programa de su concierto debía ser dividido en: una obertura, el concierto para trombón y orquesta de Nino Rota, y una sinfonía a libre elección. En respuesta al correo, y tras conocer el listado de obras que constaban en la programación de la sinfónica, Manzano organizó su concierto con las obertura ‘Romeo y Julieta’ de Tchaikovsky, el concierto para trombón y orquesta de Nino Rota, y la Sinfonía No. 5 de Beethoven.
El 14 de junio, Kubes notificó a Manzano que la obertura-fantasía ‘Romeo y Julieta’ “ya había sido interpretada en los conciertos del 28 y 29 de abril” por el candidato mexicano, Antonio López. En respuesta a esto, Manzano insistió con participar con el repertorio que él proponía.
Para el 15 de junio, la sinfónica aceptó el repertorio propuesto por Manzano. Ese día, la Osne hizo llegar al director ecuatoriano las copias de las tres partituras para que él las estudie. Sin embargo, Manzano asegura que cinco días después recibió un correo de Vela en el que ella le recomienda que la obra de Tchaikovsky sea retirada del programa porque esa pieza había sido interpretada en tres conciertos durante el año. En segundo lugar, la directora (e) escribe que cualquier sinfonía podía ser interpretada, a excepción de la 5ta de Beethoven. Al respecto, Vela señala que la prohibición sobre la obra de Beethoven corresponde a parámetros reservados del proceso del concurso.
Héctor Villacís, director de Relaciones Públicas de la Osne, señala que la maestra Vela tenía autoridad parcial para hablar con Manzano y expresarle el inconveniente sobre la obra de Beethoven. A partir de este último hecho, Manzano decidió retirar su candidatura del concurso aseverando que éste “evidencia falta de seriedad y transparencia en el proceso”.