Acholar (se)
Es un término usado comúnmente en nuestro país cuando una persona ha pasado una vergüenza o se siente avergonzada de hacer algo. Se llama así, también, cuando alguien hace avergonzar o sentir mal a otra. En otros países se usa en modo despectivo para indicar que alguien ha adquirido modales toscos o los gustos y costumbres del cholo (mestizo de sangre europea e indígena). Se puede usar como sinónimos acobardarse, atemorizarse. Por ejemplo: ‘La niña estuvo acholada toda la fiesta y no bailó ni una pieza’, ‘Se acercó a saludarme y me acholé’.
La afeitadora
El Diccionario de ecuatorianismos del académico Carlos Joaquín Córdova define a esta palabra con el sentido de ‘maquinilla eléctrica o no para raer o rasurar la barba o el vello’. El Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) anota que afeitador o afeitadora es la persona o el barbero que afeita. Recién en su tercera acepción le da el mismo sentido que le damos los ecuatorianos: máquina de afeitar eléctrica. Nótese que solo le da una característica de eléctrica y no manual. Menos conocida y con el mismo significado es la grafía rasuradora.