Ollas, ralladores, cráneos, huesos, collares. Fragmentos de cerámica, cuya antiguedad en algunos casos se remonta a 5 500 años atrás. Las 70 piezas arqueológicas que se reunen en la muestra del científico ecuatoriano Julio Viteri Gamboa son un pequeño vistazo a las culturas prehispánicas costeñas.
En el Centro Cultural Simón Bolívar están los vestigios de valdivias, machalillas, chorreras, bahías y otras. Estas piezas pertenecen a los períodos formativo, de desarrollo regional e integración. La muestra también busca que el trabajo de Viteri, quien influyó en otros investigadores, sea reconocido y rescatado.
Viteri no es solo un arqueólogo, es una institución. Lo dice Angelo Constantine, quien está a cargo de la exhibición. “Fue el primer arqueólogo nacionalista. Con su ponencia ‘Ni mayas ni aztecas sino ecuatorianos’ destacó la influencia que nuestros aborígenes tuvieron sobre los aztecas, los mayas y las culturas que existían en Sudamérica”.
Entre las piezas más llamativas de la exhibición está una urna funeraria, de la cultura Milagro Quevedo. En ella se pueden observar los restos humanos tal cual fueron encontrados.
La exposición estará abierta hasta mayo del 2011. Además de las piezas, se podrán observar mapas, documentos originales de las excavaciones que Viteri Gamboa realizó. “No es una colección simple -dice Constantine- sino que tiene una contextualización arqueológica”. Por ello la gente tendrá acceso a los diarios de las excavaciones, las notas y apuntes, y los mapas que se emplearon durante la búsqueda.
Así, el público también podrá sentirse parte del mundo de la arqueología, según la organización. “Los vestigios vienen de dos sitios, que fueron excavados en los ochentas”, añade Constantine. Los rastros provienen de los sitios Alto y El Salado, ubicados en las estribaciones de la cordillera Chongón Colonche.
Julio Viteri Gamboa nació en Quito en 1908 y falleció en 1986, en Milagro. Publicó algunos libros, como ‘Influencia de las culturas formativas del Ecuador en el noreste argentino’, ‘Quienes poblaron el Ecuador precolombino’, entre otros.
La muestra arqueológica tiene un sitio dedicado a este científico. En esta parte, constan el escritorio de madera original en que trabajó Viteri y su máquina de escribir Adler, junto a una repisa con picos, palas y otros instrumentos de trabajo.
También se muestra un mapa con el registro de los 2 000 sitios excavados por el investigador. Álbumes de fotos y un ‘touch screen’ para leer diarios de campo, etc. Otra de las piezas que llaman la atención es el asa estribo, que sirvió a Viteri para sostener que las culturas costeñas ecuatorianas influyeron en Centro y Sudamérica. Además, una botella silbato con forma de zarigueya, de la cultura Chorrera.
“He ido lentamente arrancando los mejores documentos a la tierra ecuatoriana”, es una de las citas de Viteri que se pueden leer en la exhibición.
Algunas vasijas están decoradas con diseños geométricos, otras con figuras de animales. Máscaras de cerámica y figurines humanos, forman parte de las piezas más destacadas dentro de esta exhibición.