El cultivo de aguacate genera controversia

Agricultores mexicanos cultivan el aguacate en zonas no permitidas, lo que perjudica la biodiversidad de esas áreas. Foto: Eduardo Terán, archivo EL COMERCIO

Agricultores mexicanos cultivan el aguacate en zonas no permitidas, lo que perjudica la biodiversidad de esas áreas. Foto: Eduardo Terán, archivo EL COMERCIO

Agricultores mexicanos cultivan el aguacate en zonas no permitidas, lo que perjudica la biodiversidad de esas áreas. Foto: Eduardo Terán, archivo EL COMERCIO

El consumo de aguacate en Centro y Norteamérica aumenta. Y con esto se incrementa la deforestación de bosques primarios en países como México, uno de los principales distribuidores mundiales.

México posee 26 300 hectáreas de tierra dedicada a la fruta y se aspira a que sean más al terminar el año. Los agricultores están cortando los robles y pinos para obtener huertos de aguacates por la grande demanda de consumo que existe.

Esto estaría perjudicando a la biodiversidad que habita en las zonas. Una especie amenazada es la mariposa monarca, cuya población se ha reducido debido a la deforestación de los últimos años.

Un estudio del Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) muestra cómo se perdieron 32 000 hectáreas (ha) de bosques entre 1976 y 2005. Y del 2000 al 2005 esta pérdida se aceleró y adquirió un ritmo de 509 ha por año.

El consumo de este fruto aumentó en América del Norte en un promedio de 8 kilos por persona al año, mientras que en el Ecuador es de 1 kilo.

Una de las proyecciones de los agricultores del Ecuador es aumentar los cultivos para comenzar a exportarlo. Un
estudio realizado por el Instituto Nacional Autónomo de Investigaciones Agropecuarias (Iniap) dice que la fruta tiene beneficios comerciales si la calidad de siembra es alta. En Ecuador existen unas 6 000 hectáreas de terreno y se desea llegar a 10 000 en el país, para poder exportarlo en mayor cantidad.

En el Ecuador existen 30 variedades de aguacate, pero las más comercializadas dentro del país son dos: fuerte y hass. La primera es una variedad híbrida que tiene un color verde y la pulpa es compacta.

La segunda es rosa con protuberancias, pero cuando madura toma una tonalidad negra. Es la preferida en el mercado porque no se descompone tan rápido y no tiene problemas sanitarios en las cosechas. Además, posee beneficios nutricionales y 25% más de aceite que las demás.

Internacionalmente se comercializa la hass. Perú ha llegado a mercados como España, Reino Unido, Francia, Estados Unidos, Costa Rica, Canadá, China, Japón y 25 países más. Las ventas anuales llegaron a los USD 306,1 millones (175 739 toneladas), mientras que México a los USD 150 millones en el 2015.

Para Pablo Viteri, investigador del programa Fruta y Cultura del Iniap, el Ecuador debe realizar un plan completo que incluya la producción de plantas, la adquisición de tecnologías y los créditos necesarios para que los agricultores se dediquen a esta actividad y compitan

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