Cuencanos aprenden los ritmos del país

Adriana Corte (izquierda) y Eduarda Palacios formaron parte de este taller, impulsado por el Cidap en Cuenca. Foto: Xavier Caivinagua para el Comercio.

Adriana Corte (izquierda) y Eduarda Palacios formaron parte de este taller, impulsado por el Cidap en Cuenca. Foto: Xavier Caivinagua para el Comercio.

Adriana Corte (izquierda) y Eduarda Palacios formaron parte de este taller, impulsado por el Cidap en Cuenca. Foto: Xavier Caivinagua para el Comercio.

Su primera presentación se realizará mañana (20 de julio del 2018) en el auditorio del Centro Interamericano de Artesanías y Artes Populares (Cidap), en El Barranco del río Tomebamba, en Cuenca. Desde hace un mes, 35 alumnos aprenden guitarra popular.

Son artesanos o sus hijos quienes se beneficiaron de un proyecto de vinculación que mantiene el Cidap y la Facultad de Arte de la Universidad de Cuenca. El objetivo es intercambiar conocimientos entre los artesanos y los estudiantes de educación superior.

Por ello se realizan talleres de aprendizaje de alfarería, cerámica y de música. Este último, que es gratuito, se efectúa con la guitarra popular. Se escogió este instrumento porque, por lo general, siempre hay uno en casa y se puede trabajar en grupo.

Según la coordinadora de este taller, Angélica Sánchez, los participantes aprenden ritmos populares del país como el san juanito, danzante, yaraví, entre otros. Ellos tienen diferentes niveles de conocimientos de la guitarra. Por esa razón se formaron grupos de acuerdo con las destrezas y las afinidades. El objetivo del taller es obtener un producto final, el cual consiste en la presentación que mañana se cumplirá ante sus familiares, amigos y público en general. Durará 45 minutos e interpretarán entre cuatro y cinco canciones.

Sánchez, quien también es docente de la carrera de Artes Musicales, señaló que este taller busca que los ritmos ancestrales del Ecuador trasciendan en las nuevas generaciones. Del total de participantes, 10 son menores de edad.
“Los jóvenes, por lo general, están rodeados de música extranjera, que no es parte de nuestra identidad. Queremos sembrar el gusto por nuestra cultura”, dijo Sánchez.

También, hay adultos mayores que están aprendiendo por primera ocasión la guitarra o refuerzan conocimientos. Son artesanos que se dedicaban a la construcción de instrumentos musicales, orfebres, ceramistas y joyeros.
Según el capacitador Cristian Bueno, que es estudiante de Artes Musicales de la Universidad de Cuenca, hasta el momento han aprendido canciones como Pobre Corazón, Vasija de barro, Sendas distintas, entre otras. El taller cuenta con dos instructores más: Napoleón Yánez y Andrés Calle.

Los niños aprenden desde cantar y llevar el ritmo con las palmas para que interioricen la música nacional. Posteriormente, empieza la capacitación con la guitarra. A más de la práctica, los participantes reciben teoría vinculada a cada ritmo y qué canciones populares pertenecen al mismo.
“En este taller notamos que los niños están interesados por nuestra música porque son ritmos fáciles de aprender y porque escucharon con sus abuelitos”, señaló Bueno.

Sánchez dijo que planifican realizar una segunda fase de talleres dentro de este convenio de vinculación. La intención es que se incorporen otros instrumentos musicales como la flauta, la quena, el tambor, la zampoña, para que así los participantes conozcan las sonoridades del país.

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