En Cuenca se censura una obra de Marco Alvarado

La obra de Marco Alvarado 'Dificil de leer, entre mi luto y mi fantasma', expuesta desde el 31 de octubre, fue censurada la tarde del lunes 13 de noviembre del 2017. Foto: Xavier Caivinagua para EL COMERCIO

La obra de Marco Alvarado 'Dificil de leer, entre mi luto y mi fantasma', expuesta desde el 31 de octubre, fue censurada la tarde del lunes 13 de noviembre del 2017. Foto: Xavier Caivinagua para EL COMERCIO

La obra de Marco Alvarado 'Dificil de leer, entre mi luto y mi fantasma', expuesta desde el 31 de octubre, fue censurada la tarde del lunes 13 de noviembre del 2017. Foto: Xavier Caivinagua para EL COMERCIO

La Universidad de las Artes expresó su inconformidad por el cierre de la exposición ‘Difícil de leer, entre mi luto y mi fantasma’ de Marco Alvarado, de 55 años, quien desde hace 35 años está dedicado al arte y a la cátedra universitaria.

Esta obra, que es autobiográfica, se exhibió entre el 31 de octubre y el 13 de noviembre de 2017, en el Museo de Las Conceptas, en el Centro Histórico de la capital azuaya. Por disposición de las Madres Conceptas y de la Curia Arquidiocesana local, la exposición fue cerrada al público.

En un comunicado, la Universidad de las Artes “rechaza todo tipo de censura hacia la diversidad de las artes y la cultura y expresa su apoyo irrestricto a Marco Alvarado, artista-docente de nuestra universidad”.

El pasado 13 de noviembre de 2017, Alvarado estuvo en Cuenca para realizar una charla académica y guía personalizada por la muestra con estudiantes universitarios. Según el artista, ese día un joven “reaccionó violentamente y agredió físicamente la obra… (el joven) fue retirado por sus compañeros”.

Alvarado no entiende por qué el parecer de este joven halló eco entre los representantes de la Curia y de la Alcaldía cuencana. La polémica se centró en el uso de imágenes del Hermano Miguel y Domingo Sabio y la iglesia la catalogó como “tergiversadas”.

El sacerdote Joffre Astudillo, secretario de Comunicación de la Curia cuencana, aseguró que el arzobispo Marcos Pérez Caicedo dialogó con la Directora de Museo y en ningún momento fue una decisión arbitraria. “Ese museo está bajo la administración tripartita de la Fundación Museo de Las Conceptas, de las religiosas que son las dueñas de casa y la Arquidiócesis”.

Foto: Xavier Caivinagua para EL COMERCIO

Según él, en los convenios firmados entre las tres partes está establecido que se trata de un museo de arte religioso. “El arte del señor Alvarado puede ser considerado otro tipo de expresión o género y este no era el sitio para hacer esa exposición. Cuenca cuenta con auditorios muy buenos para hacer este tipo de exposiciones”. Astudillo dijo que se molestaron porque se usaron imágenes religiosas, “que nosotros consideramos sagradas”.

Para la directora del Museo, Mónica Muñoz, la decisión de cerrar la muestra fue adoptada por las Madres Conceptas, que son las dueñas de las instalaciones. Además, asegura que hubo llamadas de la Municipalidad, tras una denuncia particular.

“He manifestado que con mucha responsabilidad escogí la obra de Marco Alvarado y en ningún momento -personalmente- considero que la muestra es ofensiva ni tiene algún elemento que pueda dañar ni a la iglesia ni a sus principios… Pero ellas (religiosas) consideraron que había alguna imagen que, sacada de contexto, podía escandalizarles y lo respeto”, agregó Muñoz.

La directora dijo que las dos salas donde están los elementos de la exposición permanecen cerradas, no así el museo que labora normalmente. “El valor estético de la obra no ha sido puesto en duda por nadie”. Muñoz señaló que coordinará con el artista y el curador y gestor de la exposición, Juan Pablo Ordóñez, para la entrega de las obras.

Recientemente, este trabajo de Alvarado estuvo expuesto en el Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo (MAAC) de Guayaquil durante un año. Este artista ha ganado reconocimientos como el segundo premio de la Bienal Internacional de Cuenca. Además, los premios Mariano Aguilera y Salón de Julio.

Alvarado dijo que es una obra autobiográfica en la que “narro eventos de mi vida y voy reflexionando y autocriticándome”. Según él, su posición no es confrontar contra la iglesia ni contra la fe religiosa.

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