La presencia de azúcar, sal, harina y leche es común en la dieta diaria, ya sea directamente o a través de otros alimentos. Aunque desde pequeños estamos acostumbrados a pensar que son vitales para el crecimiento, también pueden causar enfermedades y daños al organismo.
Pero, ¿existen otras alternativas saludables? A Daniela Jiménez, de 25 años, le descubrieron intolerancia a la lactosa hace tres años, al principio pensó que sus opciones eran pocas. Después, acudió al nutricionista, se interesó más por el tema, y descubrió que tenía una infinidad de opciones. La leche de soya fue la primera, además de ser fácil de conseguir, contiene los aminoácidos esenciales para el organismo.
Para la nutricionista María Lourdes Linzan, la leche vacuna no es un alimento imprescindible. Además, las personas pueden obtener calcio de otros alimentos como: almendras, amaranto, fréjol, brócoli, col, garbanzo, semillas de girasol, berros, entre otras. La leche de arroz, almendra y coco son algunas que también se pueden encontrar en el supermercado.
Sin embargo, otras voces consideran que la leche de vaca es necesaria, aunque debe ser descremada. Para Alegría Valdez, nutricionista deportiva, este alimento es fundamental para deportistas y niños.
La leche de soya posee todos los aminoácidos necesarios para el cuerpo, permite que se digiera los alimentos con facilidad y favorece a la conservación del calcio en el cuerpo.
El azúcar blanco también se asocia a varias enfermedades por su composición química y artificial. El azúcar de caña, morena o rubia es su principal sustituto ya que contiene minerales propios de la caña, los cuales se pierden en el proceso de refinado. La miel de abeja, de cereales y la fructuosa de maíz son otra forma natural de endulzar los alimentos.
Según Linzan, las personas deben aprovechar el dulce de las frutas ya que la manzana, la pera, la uva, el plátano y las frutas secas actúan como edulcorantes naturales. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda el consumo mínimo de 400 g de frutas y verduras al día para la prevención de enfermedades crónicas no transmisibles. Los datos recogidos por la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (2011-2013) del Ministerio de Salud Pública demuestran que en el país solamente se consumen 183 g por día.
El azúcar morena tiene menos calorías que el blanco y es rico en vitamina B1 y B2. Se recomienda que su consumo sea moderado debido a la rápida combustión que se produce en el organismo.
Al igual que el azúcar, la harina es un alimento que aporta únicamente “calorías vacías”, como lo explica Valdez. Si bien es fuente de carbohidratos, genera una elevación del azúcar y carece de vitaminas y minerales. Es por esto que Linzan recomienda la harina integral o negra, como es conocida comúnmente. Uno de sus beneficios es que causa saciedad y evita el exceso de glucosa o insulina en la sangre. Los alimentos a base de esta aportan vitaminas, magnesio, hierro, proteína, zinc y fibra.
Según la encuesta 2011-2013, solo una de cada 1 000 personas consume adecuadamente fibra en el Ecuador. Estos índices se relacionan con el alto nivel de consumo de productos refinados y azúcares.
La última ‘asesina’ blanca, como la llaman los nutricionistas es la sal de mesa. Este condimento puede dificultar la función renal, problemas de hipertensión, genera deshidratación celular y retiene líquido. En algunos estudios se relaciona su consumo con el crecimiento bacteriano del Helicobacter Pylori.
Por esto sugiere reemplazarla con sal rosada, conocida como de Los Himalaya, ya que tiene alrededor de 84 minerales y actúa positivamente sobre la glándula tiroidea.
La sal marina ayuda a controlar los niveles ácidos en el cuerpo. Al no ser procesada, conserva todos los minerales necesarios para eliminar las sustancias tóxicas del organismo. Linzan recomienda especies como el cilantro, pimienta, perejil, nuez moscada, albahaca, estragón y comino como sustitutos de la sal de mesa.
Según estudios del INEC realizados en el 2011, la diabetes melitus tipo 2, la hipertensión y el infarto cerebrovascular son las principales causas de muerte en el Ecuador. Los factores que determinan estas enfermedades se relacionan con el consumo excesivo de alimentos con alto contenido de grasa, azúcar y sal.