Los primeros años de matrimonio, conocidos como la luna de miel, suelen ser una etapa de adaptación y de búsqueda de soluciones en conjunto. Ambos ceden para llegar a un acuerdo, para distribuir su tiempo y para disfrutar de las nuevas experiencias en conjunto, según los psicólogos.
Pero, con el paso del tiempo, las discusiones y los diferentes puntos de vista se hacen más evidentes. ¿Qué ocurre cuando cumplen diez años de casados?
Según un estudio Universidad Brighman Young en Utah, Estados Unidos, esta es la etapa más vulnerable dentro de la unión ya que es el momento donde los roces son más visibles y además los hijos empiezan a desempeñar un papel importante dentro de la relación.
Para la investigación se entrevistó a dos mil mujeres quienes revelaron que los primeros años de matrimonio fueron los más felices. Al cumplir una década esto cambió y se convirtió en el periodo más “infeliz”.
Explican que los conflictos, al cumplir la primera década, se pueden relacionar con las cargas que tienen en especial las mujeres porque es un momento en que deben encontrar un equilibrio entre la pareja, el cuidado de sus hijos y de su vida profesional.
Superada esta etapa, según los investigadores, los lazos se hacen más fuertes y las discusiones van desapareciendo pero nunca se retoma la felicidad que se vive durante el primer año de casados.
Es por eso que el psicólogo Francisco Le Bert aconseja que de los siete a los diez años de casados, es importante que si tienen hijos, distribuyan las tareas entre los dos para que la carga no caiga solamente sobre uno.
También es necesario que no pierdan la comunicación y que discutan acerca de los problemas de la familia para llegar a una solución en conjunto.
No es conveniente la intervención de terceros ya que pueden empeorar la situación.
No caer en la monotonía es otro de los aspectos que sugirió al diario ABC la psicóloga de parejas de Centro de Psicología Álava Reyes, Mila Cahue.
La profesional explica que se debe conservar la capacidad de sorprender al otro y “asimilar los cambios que se producen en la relación”.
Para Le Bert, respetar el espacio de la pareja es esencial para mantener su estabilidad y evitar que se sientan ahogados, presionados o sin metas propias.
Además, es importante que ambos estén conscientes que las discusiones y crisis son algo normal que no necesariamente llevan a un rompimiento y que pueden ser superadas mediante el diálogo, la confianza y, en algunos casos, con la ayuda de un profesional.
Otro momento para recuperar su vida de pareja es cuando los hijos crecen y alcanzan su independencia. Según el psicólogo en este punto recomienda que ambos fomenten tareas compartidas y actividades que realizaban durante los primeros años.