El mundo no se terminó en diciembre del 2012, tal como difundieron erróneas interpretaciones del calendario maya. La comunidad científica coincide en que al planeta le quedan todavía siglos de existencia, eso sí, afrontando todos los problemas causados por la explotación de sus recursos y los vaivenes en la convivencia de sus habitantes.
¿Cómo se mueve Ecuador dentro de un panorama internacional cada vez más conectado gracias a las tecnologías de la información? ¿Sobre qué tablero juega sus fichas el país al empezar el 2013? ¿Qué tanto van a influir las decisiones que se tomen casa adentro en las relaciones con vecinos, bloques regionales y en general con la sociedad globalizada? Los enfoques abordados en esta Edición Especial buscan explorar varias aristas para plantear inquietudes y reflexión en el año que comienza.
El Consejo Nacional de Inteligencia de Estados Unidos habla en su informe Tendencias Mundiales 2030, publicado el mes pasado, de que en menos de 20 años el 60% de la población mundial será de clase media y vivirá en ciudades con una increíble conexión, los alimentos, el agua y la energía serán cada vez más escasos.
Todas estas proyecciones pudieran aparecer a simple vista un tema de preocupación de los gobiernos y las clases dirigentes, pero el día a día demuestra que las iniciativas de la gente de a pie marcan cada vez una mayor diferencia dentro de la conciencia y el cuidado del medioambiente, cada vez más deteriorado y amenazado.
Miles de activistas calificaron en junio como “un paciente que llega muerto al hospital” a la cumbre mundial Río+20 celebrada en Brasil el pasado junio. Al otro extremo, con muchos menos recursos y promoción, en la Cumbre Internacional del Medio Ambiente para Niños (Cima Kids), casi 105 000 estudiantes de escuelas y colegios certificaron en Quito un récord Guinness al reciclar 1 559 002 botellas de plástico en octubre.
Todos los ejemplos exitosos son una muestra que cada proyecto e idea sale adelante cuando existe coherencia entre el pensamiento y la práctica. Las cifras macro reflejadas en los rankings mundiales, aunque a simple vista no lo parezca, son el reflejo de lo que cada día viven todas las naciones.
Un reto: más publicaciones científicas
Según el SCImago Journal & Country Rank en www.scimagojr.com, que cuenta las publicaciones en revistas científicas de prestigio, Ecuador está en el puesto 99 de 226 países o Estados, junto a Kazakhstan, Malawi y Burkina Faso.
Ecuatorianos viven una media de 75,5 años
De acuerdo con los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud, la expectativa de vida de los hombres es de 72,6 años y la de las mujeres es de 78,6 años. Los problemas cardíacos y la diabetes mellitus están en el tope de la lista de causas de mortalidad.
La democracia con baja nota en el 2012
Según el ranking de la organización Proyecto de Justicia Mundial (WJP por sus siglas en inglés) la situación democrática de Ecuador ocupa el puesto 81 entre 97 países evaluados. La inseguridad es una deuda pendiente, según los ciudadanos encuestados.
¿Cómo nos ve el mundo en términos económicos?
Gonzalo Maldonado / Columnista
Para entender cómo nos ve el mundo en términos económicos, la mejor referencia a la que uno puede recurrir tal vez sea el Índice de Competitividad Global (ICG) elaborado por el Foro Económico Mundial. Se trata de un ranking de 144 países (el año pasado estuvieron incluidos 142) que se construye en función de una serie de parámetros (12 en total) entre los que constan ‘Salud y educación primaria’, ‘Estabilidad macroeconómica’ e ‘Instituciones’.
Este año que termina, el Ecuador se ubicó en el puesto 86, es decir 16 puestos por encima del nivel alcanzado durante el 2011. Se trata, sin duda alguna, de un avance importante que se ha producido, sobre todo, porque el país ha alcanzado logros importantes en rubros como ‘Innovación’ y ‘Redes tecnológicas’, según indica el Foro Económico.
Otro elemento que ha pesado en la calificación favorable que ha obtenido Ecuador es el relativo a la estabilidad económica. Esto porque la dolarización ha impedido que la inflación sufra incrementos considerables y porque ha coadyuvado a un descenso sostenido de las tasas de interés.
Igualmente, el alto precio del barril de crudo ha dado viabilidad al sector fiscal ecuatoriano. Está por verse qué
desenlace tendrá el importante desequilibrio comercial que se viene acumulando desde hace años con este Gobierno.
El rubro ‘Infraestructura’ –tan importante para el desarrollo económico de cualquier país– también obtuvo una buena calificación por parte del Foro Económico, pues es evidente que las inversiones, sobre todo en carreteras, han continuado durante estos últimos 12 meses.
Uno de los grandes temas pendientes es el relacionado con la calidad de las instituciones ecuatorianas. Las cifras del ICG señalan la existencia de un deterioro significativo tanto de las instituciones públicas como de las privadas, un tema que reviste una gran preocupación en la actualidad porque, en esencia, significa que en el Ecuador no existe el imperio de la ley.
¿QUÉ HACER COMO PAÍS PARA ERRADICAR LA CORRUPCIÓN?
Sebastián Mantilla / Columnista
El Ecuador, dentro de la clasificación que hace anualmente sobre corrupción la organización Transparencia Internacional, está en el puesto 118 entre un total de 174 países a escala mundial.
Nuestro país, junto con Nicaragua, Guayana, Honduras, Bolivia, Paraguay, Haití y Venezuela, son los más corruptos de América Latina. Los países donde más ciudadanos dicen haber pagado algún soborno son Haití (67% de los encuestados), Bolivia (44,8%) y Ecuador (40,9%).
Estos datos muestran que, pese a los avances en términos de reducción de la pobreza y mejoramiento de la calidad de vida de la población, se mantienen altos niveles de corrupción en las instituciones públicas.
La corrupción, en términos generales, se entiende como toda forma de abuso del poder público o de sus recursos para usarlos en beneficio personal o de terceros.
¿Qué hacer para erradicar la corrupción como una práctica habitual e incluso normal dentro de la cultura de los ecuatorianos? La respuesta no es fácil. No obstante, hay varias acciones que se podrían emprender a nivel institucional e individual.
A más de leyes y normas que tiendan a sancionar todo acto de corrupción cometido por autoridades y funcionarios públicos, se debería trabajar para que exista plena independencia entre los diferentes poderes del Estado. Un Parlamento que no fiscaliza, una Fiscalía y Contraloría que no hacen su trabajo y un Poder Judicial que depende del Ejecutivo no son garantía de nada.
En este sentido, no solo es importante luchar contra la ampliación de las prácticas corruptas dentro del sector público sino incluso mejorar la independencia y transparencia de las instituciones del Estado.
Si somos de la idea de que la corrupción depende de una matriz cultural, este aspecto debe trabajarse en escuelas y colegios. Son acciones de largo aliento que, vinculadas a las que hay que hacer ahora, pueden ayudar no a erradicar, pero a bajar los altos índices de corrupción en el país.