La contemplación y el contacto con la naturaleza ayudan a reducir la frecuencia cardíaca, agilizan la recuperación de los pacientes hospitalizados y amortiguan el estrés en los niños, según el estudio ‘Salud y áreas protegidas en España’, elaborado por Europarc-España.
Respecto de los efectos de la naturaleza sobre la salud en los niños, el estudio refleja que tiene un efecto amortiguador en el estrés y, además, les permite “afrontar mejor situaciones adversas”.
Entre los beneficios directos sobre la salud física apunta a la reducción de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial, y a una disminución del riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Asimismo, los pacientes de hospitales con vistas a ambientes naturales se recuperan antes que aquellos con vistas a ambientes construidos.
También se han encontrado evidencias de que determinados ambientes forestales pueden ayudar a mejorar la inmunidad a la enfermedad al aumentar la actividad de los linfocitos, esenciales para coordinar la respuesta inmune celular.
Por el momento, afirma Europarc “se debe destacar el enorme potencial derivado de la existencia de un 28% del territorio español que permanece bajo distintas figuras de protección de la naturaleza”.
En España, junto a los parques nacionales y naturales, existen al menos 225 centros de visitantes y 270 puntos de información, que reciben en torno al 20 % de las visitas totales al espacio protegido.
El principal reto, según la organización, es explicitar de manera concisa y sistemática los beneficios para la salud que proporcionan todos los espacios naturales, y apostar desde los órganos gestores por su puesta en valor e integración en el discurso y actividades de las áreas protegidas.